Las guerreras K-Pop desnudas al poder: sudor, látex y gemidos en estéreo
Las guerreras K-Pop desnudas
Del karaoke al kamasutra: la secuela más indecente del K-Pop
El futuro del cine de explotación parece venir con purpurina, coreografías imposibles y un giro francamente prohibido para menores. Sí, hablamos de una secuela improbable —pero delirantemente jugosa— de Las guerreras K-Pop, esa cinta que ya mezclaba acción, pop fluorescente y puños con tacones. Ahora, los rumores apuntan a un regreso, pero esta vez con la etiqueta roja bien visible: +18, sin censura, sin pudor y con mucho sudor.
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Del karaoke a la alcoba
La trama (si es que alguien irá a buscar trama) promete que nuestras heroínas, tras derrotar al malvado productor intergaláctico, deciden abrir su propia “academia secreta” donde la disciplina no se enseña con varas de bambú, sino con látigos de charol. Habrá entrenamiento, sí, pero también clases de anatomía muy particulares, duelos de baile que acaban sin ropa y micrófonos que sirven para algo más que cantar.
Estética y delirio
Imaginemos la pantalla: luces de neón como en un videoclip de los 2000, coreografías que empiezan como concierto y terminan como bacanal, vestuario de látex brillante y movimientos que harían sonrojar a incluso a Madonna. Todo ello acompañado de un soundtrack a medio camino entre el K-Pop y el gemido electrónico.

Humor descarado
La película no se toma en serio ni a sí misma: los diálogos están llenos de doble sentido, las peleas acaban en caricias y el enemigo final resulta ser… un inspector de censura que intenta cortar la función. “Prohibido bailar desnudas mientras repartís patadas voladoras”, grita él, mientras las guerreras responden con una lluvia de sujetadores como shurikens.
La promesa
¿Será arte? ¿Será porno? ¿Será una sátira del propio fenómeno pop? Probablemente todo a la vez. Lo cierto es que esta hipotética secuela convertiría a las guerreras en heroínas no ya de la música, sino del erotismo kitsch. Una fantasía para mayores de edad donde el mensaje es claro: el K-Pop también puede sudar, gemir y gozar sin que el maquillaje se corra (o sí, pero a propósito).

En definitiva, Las guerreras K-Pop XXX se proyecta como la película que convertiría cualquier cine en un karaoke erótico interdimensional. Quizás nunca se ruede, pero en nuestras cabezas ya tiene pase de medianoche.