El derbi de las palabras: Vinicius bautiza como «Lamine Patrás» a la estrella blaugrana

Esa búsqueda constante por un relato que trascienda la mera estadística y el resultado se encontró con un epílogo memorable —y, para algunos, picante— en el Santiago Bernabéu. El Clásico de hoy, que se saldó con una victoria ajustada del Real Madrid sobre el F. C. Barcelona por 2-1, no solo dejó los tres puntos en casa y afianzó el liderato blanco, sino que nos obsequió un cruce verbal que ya resuena en el ecosistema digital: el brasileño Vinícius Jr. bautizando con sorna al joven extremo culé Lamine Yamal.


El fragor del duelo y el nacimiento del apodo

El partido fue un torbellino de emociones, digno de la rivalidad histórica: goles de Mbappé y Bellingham para los locales, que neutralizaron el tanto de Fermín López para la visita, y un desenlace con polémica y tangana. Sin embargo, más allá de la pizarra de Xabi Alonso y la propuesta de su homólogo, el foco se desvió hacia un cara a cara particular.

lamine-yamal-vinicius-clasico_103-1024x768 El derbi de las palabras: Vinicius bautiza como "Lamine Patrás" a la estrella blaugrana

Durante una de las muchas acciones de alta intensidad, con la tensión palpable en cada disputa, las cámaras de la retransmisión captaron el momento exacto. Vinícius, siempre hiperactivo en el campo y con esa capacidad innata para el show y la provocación deportiva, encaró a Lamine Yamal con una frase que, más que una crítica, sonó a mofa: «Son todo pases atrás, solo das pases atrás».

Esta aguda observación del brasileño, que contrastaba con la expectativa de desborde y verticalidad que se espera de un extremo azulgrana, fue el caldo de cultivo perfecto para un apodo que, de seguro, tendrá vida propia en las redes: «Lamine Patrás».


Un análisis más allá del mote

Si bien la ocurrencia de Vinícius puede entenderse como una burla en el fragor de la batalla, la estadística, hasta cierto punto, le da la razón. Lamine Yamal, uno de los talentos más fulgurantes del panorama europeo, no tuvo su tarde más inspirada. Presionado constantemente por la defensa blanca, se vio obligado a tomar decisiones conservadoras, priorizando el mantenimiento de la posesión sobre la ruptura de líneas. Su hoja de ruta en el encuentro muestra una tendencia a buscar el pase de seguridad, una maniobra que, aunque reduce el riesgo de pérdida, también mengua drásticamente la capacidad ofensiva del equipo.

La frase de Vinícius, «Solo das pases atrás», encapsula la frustración de la afición merengue ante la falta de verticalidad rival y, de paso, lanza un dardo venenoso al joven prodigio del Barcelona. Es el fútbol, en su versión más descarnada y mediática.

Este episodio, que culminó con una tensa trifulca al final del encuentro, subraya cómo la rivalidad va más allá del resultado. El Clásico no solo se gana con goles, sino también en el terreno psicológico y, ahora más que nunca, en el de la narrativa. Vinícius, con su ocurrencia, ha puesto nombre a una de las carencias del Barcelona en el partido, asegurándose un lugar en el álbum de anécdotas de esta contienda.

Ahora, queda por ver si el «Lamine Patrás» será una etiqueta efímera o si, por el contrario, se convertirá en un catalizador para que el joven de La Masía demuestre que su repertorio de pases también apunta, con asiduidad y peligro, hacia adelante.

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