Cuando en la actualidad uno ve cintas de la Cannon seguro que se pregunta porque está productora ha pasado a los anales del culto. Lo normal es que nos encontremos ante basuras que solo son amadas por melancolía ya que no pueden ser amadas por algo relacionadas con lo cinematográfico. Son ridículas, sin calidad técnica, sin guión, sin interpretaciones dignas y sin alguien al mando que posea algo de conocimiento de séptimo arte ¿Entonces porque nuchos amamos la Cannon?
Pues por películas como ‘La Venganza del Ninja’, que aún siendo una basura fílmica como las demás de la Cannon, al menos posee un halo especial con momentos donde lo ridículo se mezclan con lo pop y con el pulp para dejarnos una obra que se sigue de principio a fin y que sienta las bases occidentales de esos míticos seres llamados ninjas que tan buenos ratos nos han hecho pensar.
Sam Firstenberg se encuentra al mando de esta producción y hay que reconocer que se esfuerza para que algunas secuencias, planos y encuadres tengan un mínimo de dignidad profesional con una iluminación y fotografía que al menos desprenden emoción y consistencia. Además las escenas de acción fueron filmadas con una planificación no digna, eso sería mucho decir, pero si copiando secuencias de la Shaw Brothers que las hacen parecer no tan chistosa como otras muchas de la misma Cannon.
Estamos quizás ante la mejor película Cannon de ninjas que no es mucho decir pero que ayuda a que nos atrevamos a enfretarnos a ella ya sea por curiosidad o por interés fílmico. Un año después Sam Firstenberg realizaría ‘Ninja 3, la dominación’, donde la preciosa Lucinda Dickey, alias la preciosa Kelly de ‘Break Dance’ (rodada un año después) combatiría en belleza bélica con Ashley Ferrare, quien en esta película ejerce de recurso erótico, no olvidemos que estas cintas de videoclub estaban destinadas a un público adolescente masculino lleno de hormonas sexuales por despertar y lejos de saber que años después serían tildados de odiosos machistas.
Ashley Ferrare desnuda en La Venganza del Ninja
‘La Venganza del Ninja’ (también conocida como Ninja II, la venganza) no es tan ochentera como ‘Ninja 3, la dominación’, pero si que es más estilística y artística y quizás, está un poco más cerca del séptimo arte que las sigiuentes películas de Firstenberg, quien se haría famoso por llevar a cabo ‘El Guerreno Americano’.
Así que estamos ante la mejor entrega de un trilogía que se inicaría con ‘La justicia del Ninja’ (‘Enter the Ninja’ en V.O. como refeencia a ‘Enter the Dragon’ de Bruce Lee) en 1981, dirigida por el propio Menahem Golan y que daría pie a una leyenda interpretada por el actor Shō Kosugi, no un referente popular, pero si que un referente para los amantes del cine de artes marciales.