Desnudas ‘Las chicas del balcón’: Merlant, Yacoub y Codreanu: una bomba de irreverencia, desmadre y venganza
Desnudas Las chicas del balcón: Merlant, Yacoub y Codreanu
Una desquiciada travesía entre géneros
La actriz Noémie Merlant dirige su segunda película con una apuesta tan audaz como caótica. Las chicas del balcón, recién llegada a FILMIN, es un cóctel delirante de comedia, drama social feminista, gore y fantasía. El resultado, más voluntarioso que logrado, se resiente por una dirección descompensada y una puesta en escena que apuesta por la provocación antes que por la coherencia.
Ruby, Nicole y Elise —una escritora en crisis, una modelo erótica y una actriz de segunda— observan desde su balcón a un atractivo vecino, iniciando una historia que pronto abandona el realismo para sumergirse en un delirio narrativo lleno de excesos. Aunque intenta trazar un discurso sobre el consentimiento sexual, este aparece tarde y envuelto en un mar de histrionismo y personajes caricaturescos.
Pese a sus intenciones nobles, Las chicas del balcón naufraga por exceso: exceso de géneros, de gritos, de decisiones absurdas. Una obra solo apta para espectadores dispuestos a abrazar el disparate en nombre de una libertad fílmica sin corsés.
Las chicas del balcón: una bomba de irreverencia, desmadre y venganza
Nadie vio venir que la última revolución feminista llegaría envuelta en carcajadas escatológicas y explosiones de gas liberador. Pero en el universo de Noémie Merlant, todo tiene su lógica visceral: la piel, el cuerpo y la autonomía se conquistan a golpe de desnudez desafiante y humor sin frenos. Junto a Souheila Yacoub (Clímax, Entre las olas) y Sanda Codreanu (Mi iubita, mon amour), Merlant desata una tormenta de anarquía feminista que no pide permiso ni ofrece disculpas.
Como si temiera no volver a rodar jamás, la directora lo lanza todo a la pantalla: sexo, sangre, sudor y venganza, sin olvidar una generosa dosis de comedia grotesca. Con la complicidad de Céline Sciamma en el guion, exorciza el trauma de una agresión sexual sufrida a los 17 años en el despiadado mundo de la moda, transformándolo en una pesadilla de horror y justicia visceral. Y por si fuera poco, lo entrelaza con una violación conyugal que se resuelve de la manera más extrema, bajo el sol abrasador de Marsella y con 46 grados de furia en el ambiente. Desnudas Las chicas del balcón: Merlant, Yacoub y Codreanu
Hipervitaminada, desbocada y peligrosamente kamikaze, Las chicas del balcón es una comedia que se lanza sin paracaídas, una explosión de energía salvaje que no deja indiferente. Para algunos, una revelación; para otros, una herejía. Aquí se la aplaude con resignación y sin remedio.
