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‘Irati’ es ‘Irati’, eso que vaya por delante pero en un mundo donde las comparativas han dejado de ser odiosas para ser necesarias no nos queda más remedio que recurrir al título para de primeras, tener una idea base de que nos vamos a encontrar cuando nos pongamos frente a este filme.

Y es que, la película ‘Irati’ es un rara avis dentro del cine español y habría que irse hasta ‘El Caballero del Dragón’ de 1985 para ver la ultima vez que la fantasía pura ha hecho acto de presencia en nuestra cinematografía.

Paul Urkijo es el director de esta fantasía directa de espada y brujería que nos sumerge en un estado de trance visual apoyada en la mitología vasca, lugar de tradiciones y raíces que no suelen ser exportadas.

Solo hay que ver los 15 primeros de ‘Irati’ para darnos cuenta que estamos ante una producción especial dentro de nuestro cine. La factura visual de ‘Irati’ se eleva a lo común y nos sitúa a mitad de camino entre la naturaleza del ‘Excalibur’ de John Boorman y la oscuridad de las cuevas del ‘Legend’ de Ridley Scott y eso sin olvidar esa batalla inicial donde una cámara fisgona se introduce dentro de la contienda para hacernos recordar una fusión entre barbaros de John McTiernan en su «guerreno n°13» y shakesperianos soldados de Orson Welles en su famosa ‘Campanadas a Medianoche’.

Sin duda que Urkijo posee un don especial para construir imágenes, algo heredado de lás viñetas de comics y de los clásicos del cine devorados durante su gestación como persona y director, pero, es algo que por fortuna no es único de su persona, Pablo Berger, Paula Ortiz, Rodrigo Cortes o el mismo Bayona entre otros, aseguran la mejor hornada de cineastas que ha tenido España en las últimas décadas, pero, en el caso de Urkijo hay que hacer hincapié en ese don para la acción y fantasía mas Hollywoodiense.

Ójala algún productor se atreviese por una vez a inventir dinero en una enorme producción fantástica del cine español y por supuesto claro está, el hombre ideal para esa contienda es nuestro Paul Urkijo de hoy y sus leyendas vascas.