Lena Simonne desnuda para Passionatte Lucenpop

Lena simonne: entre la imagen y el gesto, el ascenso de una musa comprometida

Nacida el 11 de septiembre de 1996 en el sereno enclave de Dégagnac, en el suroeste francés, Lena Simonne se ha erigido como una figura sugestiva y compleja dentro del entramado contemporáneo de la moda y el compromiso social. Su trayectoria, trenzada por una aguda sensibilidad artística y una vocación filantrópica sostenida, la configura como un rostro emblemático de la joven generación que transita entre la estética y la ética con natural elegancia.

De la cámara al foco: el despertar de una vocación

Impulsada en su adolescencia por la pasión de su padre por la fotografía, Lena se adentró en esta disciplina como una vía de expresión visual. No obstante, fue al situarse frente al objetivo —durante las sesiones prácticas de sus estudios secundarios— cuando su presencia comenzó a revelarse como magnética. Este tránsito del ojo que observa al cuerpo observado marcaría el inicio de un camino inesperado. A los diecinueve años, tras dejar sus estudios en Montpellier, se trasladó a París, donde firmó con la agencia New Wave Management. Su debut significativo tuvo lugar en el showroom de la prestigiosa maison Balmain, preludio de una carrera que la ha llevado a colaborar con casas de moda de renombre internacional como L’Oréal, Off-White y Victoria’s Secret. Con cada aparición, Simonne ha consolidado su lugar como una presencia reconocible y deseada en las pasarelas del mundo.

Compromiso y creatividad: el activismo como forma de arte

Más allá del brillo escénico, Lena ha sabido transitar con convicción hacia el terreno del activismo social. En 2019, comenzó a colaborar activamente con la asociación Utopia56, centrada en la asistencia a personas migrantes y exiliadas en territorio francés. Este gesto inicial derivó en un proyecto propio: junto a su amiga Rebecca, dio vida al Collectif Elka, una iniciativa que articula talleres creativos dirigidos a personas en situación de vulnerabilidad, con el fin de estimular su expresión artística y fortalecer la inclusión a través del arte. De este modo, su figura se desdobla: modelo ante la cámara, sí, pero también modelo de una ciudadanía activa y consciente.

Intimidad pública: amor, familia y discreción

En el ámbito íntimo, Lena comparte su vida con el músico belga Roméo Elvis. La pareja, que mantiene una relación desde hace varios años, contrajo matrimonio en agosto de 2021, en una ceremonia recogida en la bucólica región de la Dordoña. En julio de 2023 anunciaron con discreta emoción la espera de su primera hija, quien nacería en diciembre del mismo año. Lejos del exhibicionismo, su modo de comunicar estas etapas vitales denota una voluntad de preservar cierta esfera privada en tiempos de constante exposición.

Lo bello como lo simple: el rostro sin máscara

Fiel a una estética despojada de artificios, Lena abraza una noción de belleza anclada en lo natural. Durante una entrevista con la revista Elle, reveló su predilección por productos que respetan la textura y el ritmo de su piel, subrayando la importancia de una rutina sencilla, casi ritual. Este gesto cotidiano no es menor: en una industria que a menudo impone una imagen estandarizada, Simonne aboga por una forma de belleza que no niega la singularidad ni el cuerpo real.

La encarnación de una nueva sensibilidad

Lena Simonne pertenece a esa generación de figuras públicas que ya no se contentan con ser imagen, sino que anhelan también ser voz y gesto. En ella convergen la elegancia visual, la voluntad de transformación y una visión del mundo en la que lo bello no es opuesto a lo justo. Así, su recorrido no solo enriquece el campo de la moda, sino que lo expande hacia una dimensión ética y poética más vasta.

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