Hasta hace poco, desconocía por completo la existencia de esta película, hasta que me informaron de que una actriz de gran talento, a quien admiro profundamente, formaba parte del elenco, lo que me incitó a darle una oportunidad.
La versatilidad de Emma Thompson es digna de elogio, abarcando desde sus interpretaciones en dramas de época como “Regreso a Howards End” y “Sentido y sensibilidad”, pasando por su papel como la abogada íntegra y esperanzada en “En el nombre del padre” o la distinguida y vivaz ama de llaves en “Lo que queda del día”, hasta encarnar a una niñera singular, una extravagante “amiga de Peter” e incluso una princesa en “Henry V”.
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Su talento no se detiene ahí; también nos ha deleitado con papeles cómicos, como en “Love Actually” y en la adaptación shakespeariana “Mucho ruido y pocas nueces”. Sin embargo, debo admitir que nunca la había imaginado en el rol de policía. No obstante, en “El beso de Judas”, Thompson demuestra que incluso este papel lo ejecuta con maestría. Su actuación resulta francamente divertida, y tanto su actitud —la escena de los patines es sencillamente hilarante— como los diálogos con Alan son imperdibles; la primera conversación entre ambos es realmente memorable.
Alan Rickman, otro coloso de la interpretación británica, forma con Emma una dupla que se erige como lo más destacado del filme. Su humor, con tintes de acidez, aporta un toque muy peculiar a escenas cargadas de comicidad, como la que involucra una escayola.
Por su parte, Carla Gugino, en su rol protagónico, se desenvuelve con solvencia, interpretando a un personaje marcado por la culpa y el tormento de sus actos. Los demás actores secundarios desempeñan sus roles de manera adecuada, cumpliendo con sus respectivas funciones.
En conclusión, “El beso de Judas” no se erige como una obra maestra del cine, pero logra entretener. Aunque el ritmo puede parecer algo pausado, la película entrelaza elementos de intriga, sensualidad y diálogos mordaces, todo ello aderezado con personajes pintorescos. Sin duda, vale la pena verla, al menos por la destacada actuación de Alan y Emma.
