Selena Gomez, Vanessa Hudgens y Ashley Benson al desnudo | Spring Breaker: Retorno al calor de Miami

El autor de Kids y Ken Park regresa a la actualidad y como suele ser habitual en este guionista y director, la polémica y el morbo le acompañan como sombra, el nuevo film de Harmony Korine se llama Spring Breaker y las niñitas Disney Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine y Ashley Benson son las protagonistas decididas a escandalizar a medio mundo.

Si Korine suele en su cine descender a las cloacas para narrar el derrumbado mundo que habita sobre ellas, esta vez vuelve a repertirlo, aunque quizás con un planteamiento diferente.

Tras escribir \’Kids\’ o \’Ken Park\’ y dirigir Gunmo o Julien Donkey-Boy una cosa queda clara, Korine necesita la mano de un director para no fragmentar el relato en demasía, algo que ya se percibió en las primeras escenas del y se confirmó en Venecia donde se presentó.

Aún así no podemos negar que estamos ante un film visualmente impactante y ante un relato absorvente.

Cuatro jóvenes estudiantes se han desplazado a Miami para disfrutar de macrofiestas durante sus vacaciones primaverales, tras ser encontradas en una casa repleta de drogas, son apresadas. Un traficante de armas y drogas (magistralmente encarnado por James Franco) las rescata para desarrollar un potencial festivo hasta sus últimas consecuencias. Este es el argumento del film que escandalizó en Venecia y pretende hacerlo en salas cuando se estrene.

Macrofiestas, bikinis mojados, alcohol, sexo y música house durante 90 minutos es el plato principal del film, el relato habitual desaparece para situarnos más cerca del documental y de este modo acercar mucho más las experiencias narcóticas de las jóvenes protagonistas.

Curiosamente hace unos días os recomendábamos Magic City, una obra fundacional ambientada en Miami sobre la carga moral del pasado del pueblo americano y hoy volvemos a situarnos otra vez en Miami, aunque esta vez para recomendar una obra que intenta hablar del presente y del reverso tenebroso del sueño americano actual, porque aunque en inicio este Miami pretende ser una utopía del desfase y diversión, el resultado final es el retrato de la degeneración del sueño citado.