Real indignación en Pamplona: Osasuna resiste, Munuera asiste y la sombra de Negreira persiste
El Real Madrid visitó al Club Atlético Osasuna en el marco de la vigesimotercera jornada de LaLiga EA Sports, y la controversia arbitral volvió a hacerse presente, suscitando un intenso debate. En un encuentro que se situaba estratégicamente entre los dos compromisos de la eliminatoria de la Liga de Campeones ante el Manchester City, pero que no por ello dejaba de revestir una trascendental importancia en la pugna por el título, las decisiones del colegiado fueron nuevamente motivo de indignación para la entidad madridista.
El vigente campeón de LaLiga reclamó una pena máxima sobre Vinícius Júnior y expresó su descontento ante la supuesta permisividad del árbitro del encuentro, José Luis Munuera Montero, respecto al juego desplegado por el conjunto rojillo. No obstante, el episodio que mayor indignación suscitó en la escuadra blanca fue la expulsión de Jude Bellingham por sus protestas, lo que desató una reacción vehemente por parte del club, que, como ha ocurrido en otras ocasiones, no dudó en manifestar su disconformidad a través de Real Madrid TV, su canal oficial de comunicación.
La cadena televisiva del club, tras la expulsión del centrocampista inglés, desplegó un discurso implacable contra la actuación arbitral: “Se han permitido innumerables agarrones y empujones contra los jugadores del Real Madrid sin que se señalara infracción alguna. Se ha pasado por alto una nueva agresión contra un futbolista madridista. En una jornada simbólica, Munuera Montero parece rendir tributo a una oscura etapa del arbitraje español. Osasuna bien podría haber terminado el encuentro con nueve jugadores y con varias penas máximas en su contra. Todo queda expuesto: la competición, bajo la dirección de Medina Cantalejo, Javier Tebas y Luis Rubiales, queda en entredicho. La omisión de imágenes clave en la retransmisión resulta lamentable. Y, por si fuera poco, parece que el colegiado se encuentra en plena postulación para arbitrar la final de la Copa del Rey, siguiendo la estela de De Burgos Bengoetxea. La permanencia de Medina Cantalejo al frente del arbitraje español constituye un escándalo que solo evidencia la falta de transparencia y ecuanimidad en la competición”.
Al término de la primera mitad, Real Madrid TV insistió en su postura crítica, dirigiendo nuevamente sus reproches tanto al árbitro como al Comité Técnico de Árbitros (CTA): “La actuación de Munuera Montero está resultando absolutamente deplorable. ¿Para qué está el VAR? Semana tras semana se buscan justificaciones para sus decisiones, cuando en realidad se evidencia una tendencia preocupante. Basta recordar las declaraciones de Enríquez Negreira a Josep Maria Bartomeu: ‘Te puedo ayudar con el VAR’. ¿Por qué no interviene el videoarbitraje en situaciones claras? Porque simplemente no se considera oportuno. Más allá de la jugada concreta del penalti, la permisividad con la que Osasuna ha frenado los avances de Vinícius Júnior y del propio Kylian Mbappé resulta llamativa. Estas situaciones no se producen en competiciones europeas. El equipo navarro actúa con la aparente complicidad del árbitro, quien permite reiteradas infracciones sin sanción alguna. Las actas arbitrales, además, han demostrado ser susceptibles de manipulación, con redacciones tendenciosas que generan una absoluta desconfianza. En este contexto, los jugadores del Real Madrid se encuentran en una posición de impotencia. De Burgos Bengoetxea en el derbi ante el Atlético de Madrid y ahora Munuera Montero parecen estar inmersos en una carrera por hacerse con la final copera. Cuantas más decisiones perjudiciales se tomen contra el Real Madrid, más méritos parecen acumular. El partido, en sí mismo, ha quedado en un segundo plano. En las dos últimas jornadas, al Real Madrid se le han sustraído cinco puntos clave en su lucha por el campeonato. Este patrón de perjuicio constante se torna insoportable. En la Liga de Campeones pueden existir errores, pero lo que acontece en la competición doméstica es sencillamente extenuante. Se lucha contra todo y contra todos”.
La segunda mitad del encuentro no estuvo exenta de controversia, y en el minuto 55, Munuera Montero decretó un penalti a favor de Osasuna tras una revisión del VAR por un supuesto derribo de Eduardo Camavinga sobre Ante Budimir dentro del área. El delantero croata convirtió la pena máxima, estableciendo el empate a uno en el marcador. Este nuevo episodio avivó aún más la indignación en la esfera madridista: “Se ha ignorado un penalti flagrante de Jon Moncayola sobre Vinícius Júnior, y el VAR ha optado por no intervenir. Sin embargo, sí lo ha hecho para señalar el penalti a favor de Osasuna. Al final, el propósito de Medina Cantalejo se ha materializado. Si en la jornada anterior el gran protagonista del Atlético de Madrid fue De Burgos Bengoetxea, hoy Munuera Montero se ha erigido como el mejor futbolista de Osasuna. Nos hallamos ante una flagrante distorsión de la competición. La paciencia de los jugadores del Real Madrid, al seguir compitiendo en estas condiciones, es encomiable. Son auténticos héroes, resistiendo ante lo que se ha convertido en una auténtica farsa. Hay que reconocer la destreza con la que Medina Cantalejo está orquestando su particular tributo a una de las etapas más sombrías del arbitraje español”.