‘Griselda’ es la primera decepción de Netflix en 2024. La miniserie de los creadores de ‘Narcos’ acaba siendo un show al servicio de una entregada Sofía Vergara
‘Griselda’ es la primera decepción de Netflix en 2024. La miniserie de los creadores de ‘Narcos’ acaba siendo un show al servicio de una entregada Sofía Vergara
La historia de Griselda Blanco daba para mucho más que esto
Griselda Netflix Cartel
El nombre de Sofía Vergara ha quedado asociado de forma indiscutible a la serie ‘Modern Family’ para millones de espectadores. Sin embargo, es normal que la actriz colombiana no quiera que todo su carrera se reduzca al papel de Gloria Delgado-Pritchett y haber querido protagonizar una miniserie como ‘Griselda’ es una buena prueba de ello.
Basada libremente en la historia real de Griselda Blanco, una narcotraficante temida incluso por el mismísimo Pablo Escobar, la nueva miniserie de Netflix llegaba con el gancho adicional de que detrás tenía a los creadores de ‘Narcos’, uno de los mayores éxitos de la plataforma en su momento. Por desgracia, el resultado ha sido una decepción en el que una entregada Vergara no es suficiente para compensar todos sus problemas.
Intensa y demasiado directa
Griselda Netflix
‘Griselda’ consta de apenas 6 episodios, lo cual seguro que se ve como una buena noticia por parte de aquellos espectadores que están cansados de que las series duren demasiado. Lo curioso es que durar tan poco es algo que se vuelve en su contra, ya que da la sensación de que sus responsables quieren ir tan directos al grano que se olvidan de la necesidad de tener esas escenas que sirvan para dar una unidad real al producto.
Eso es algo que se contagia a la serie a todos los niveles. Lo más habitual es que lleve a que haya mucha superficialidad en los personajes secundarios, tanto aquellos que supone han de infundir algún temor como otros que simplemente hacen falta por necesidades de la historia. En algunos casos es tan evidente -pienso por ejemplo en la breve aparición de Ernesto Alterio- que solamente están ahí para intentar ofrecer algo de luz en el retrato de su protagonista, planteando así ‘Griselda’ como una progresivo descenso a los infiernos del personaje interpretado por Vergara.
Y es que los primeros episodios de la serie optan por incidir más en una cuestionable posición de víctima de Griselda. Primero por la conflictiva relación con su marido y luego por las múltiples zancadillas que le ponen en su intento de ascender dentro del mundo del narcotráfico. Esto lleva a que tenga una curiosa lectura feminista que deja un poco de lado la forma en la que construyó su imperio -ahí parece que todo se reduzca a ideas fulgurantes- para centrarse más en la importancia que sus hijos tienen para ella.
Sofia Vergara En Griselda
Por ello, los responsables de ‘Narcos’ lo apuestan todo a la carta de la intensidad, ya sea una traición, una muerte o un movimiento que no sale como se esperaba. Todo al servicio del lucimiento de una entregada Vergara que llena la pantalla con su presencia, pero que, al igual que la serie, quizá peca un poco de querer ir al momentazo dramático en lugar de dar suficiente profundidad a su personaje.
Con todo, es una de las principales virtudes de la serie y logra quitarse de encima desde el primer momento el aura de su personaje en ‘Modern Family’ -claro que esa nariz prostética ayuda, pero al final acaba siendo más una anécdota que otra cosa-, pero el enfoque de esta Griselda es demasiado limitado. Al final su maldad se reduce a una forma mal entendida de querer proteger a sus hijos en lugar de meterse de lleno en su lado más oscuro. Ahí había una miniserie mucho más fascinante sin la necesidad de querer jugar con esa especie de elemento redentor.
Luego está el tema de que llega un punto en el que la serie empieza a funcionar a base de tirones. Entiendo la eficacia dramática del recurso acción-reacción, pero se pierde todo lo que pueda haber haber entre medias en beneficio de ser demasiado directa. Eso incluso acaba desdibujando a la protagonista, mientras que el resto, hijos incluidos, quedan ya completamente reducidos a la condición de peones sacrificables.
Griselda Escena Netflix
Hasta la subtrama policial, a la que inicialmente parece que se le quiere dar cierta importancia, queda reducida a algo que está ahí más para alimentar la creciente paranoia de su protagonista -que esa es otra, llega un punto en el que de repente sospecha de todo el mundo, olvidándose de mostrar la etapa intermedia y optando por un cambio brusco-. Lo curioso es que si acaba cayendo es por esa manía persecutoria y errores propios, por lo que habría sido aconsejable incidir mucho más en todo lo que la motiva en lugar de optar por un enfoque tan in your face.
Todo eso lleva a que ‘Griselda’ vaya de más a menos, y que lo que inicialmente parece una miniserie prometedora acaba convirtiéndose en una oportunidad perdida. No es que sea mala, pero la historia de su protagonista daba para algo mucho más estimulante que una propuesta de usar y tirar al servicio de su protagonista. Y encima se estrena casi a la vez que otra excelente miniserie que seguramente acabe siendo la mejor del año, por lo que las comparaciones son más odiosas que nunca…
En 1981, la ciudad de Miami abandonó por completo su serena reputación para convertirse en el núcleo de la violencia en el país: tal y como reportaba la revista TIME con un titular en portada que preguntaba «¿Un paraíso perdido?», la capital del estado de Florida registró 621 homicidios ese año, uno más excéntrico que el anterior: personas despedazadas en mitad de la calle, tiroteos en motocicleta a plena luz del día y cuchillazos en el cuello.
Detrás de esta ola de violencia, que había comenzado años atrás y se extendió hasta finales de la década de los 80, había una persona cuyo apellido era del mismo color que lo que le otorgó poder: Griselda Blanco y la cocaína. Un personaje que, a lo largo de la historia, ha quedado eclipsado por sus contemporáneos masculinos Pablo Escobar o El Chapo, pero que, en efecto, infundió mucho más terror durante la época dorada del narcotráfico entre Colombia y Estados Unidos.
Conocida con múltiples apelativos, como «la Jefa», «la Madrina» o «la Viuda Negra», Blanco construyó un opulento y altamente rentable imperio de la droga que abrió el camino para los que vinieron después. Pero, sin embargo, y a diferencia de estos, su agitada historia no había llegado a las pantallas, hasta ahora.
Creada por Doug Miro y Eric Newman, quienes también estuvieron detrás de ‘Narcos’ (2015) y ‘Narcos: México’ (2018), ‘Griselda’ se estrena en 2024 como una miniserie de 6 episodios llena de acción, crimen y, por supuesto, droga. Y será la actriz colombiana Sofía Vergara quien dará vida a la biografía de esta mujer ambiciosa y poliédrica, a quien podremos ver expuesta como una madre devota, o como a una salvaje criminal.
De la calle a la gloria: los primeros años de blanco
El lugar de nacimiento de Griselda Blanco es todavía una inexactitud dentro de su biografía: algunas fuentes lo sitúan en Santa Marta, y otras en Cartagena de Indias. Pero lo que sí es seguro es que en el año 1943, en algún punto de la costa Caribe de Colombia, comenzó la vida de una de las delincuentes de la droga más peligrosas de la historia.
La pobreza la condujo por senderos perniciosos: según su expediente delictivo, habría empezado su carrera criminal a los 11 años, cuando colaboró en el secuestro de un niño al que acabó asesinando después de que su acomodada familia se negara a pagar el rescate. Poco más tarde, se cree que se dedicó a malvivir de la prostitución y de pequeños hurtos como carterista, hasta que conoció a Carlos Trujillo.
Aficionado a la falsificación de documentos, la animó a emigrar hacia Nueva York cuando ella tenía solo 21 años. Allí se casó con él y tuvo tres hijos —Uber, Dixon y Osvaldo—, aunque el romance posterior no duró demasiado. El potencial criminal de Trujillo fue insuficiente para alcanzar la ambición de Blanco y, de acuerdo con las acusaciones, ella habría ordenado su asesinato tras el divorcio.
En esa misma ciudad estadounidense conoció a Antonio Bravo, su segundo marido y la persona que la introdujo al narcotráfico: un mundo liderado por hombres en el que ella, aprovechando su condición de outsider, logró hacerse un espacio; o más bien, hacerse con todo. La fusión de Blanco y Bravo, de la creatividad y la estrategia, dio lugar a un intrincado sistema en el que la cocaína viajaba desde Colombia hasta Estados Unidos a través de compartimentos secretos en la ropa de interior de jóvenes mujeres.
Miami y su ascenso a ‘Reina de la cocaína’
En 1970, la pareja se mudó a Miami, considerada entonces como una «ciudad sin ley». La droga entraba al país a través de este enclave estratégico, y aunque sí existían para entonces organismos federales que controlaban el tráfico de narcóticos, tardaron en abordar la magnitud del tejido criminal que Griselda y otros narcos contemporáneos, como los ‘Cocaine Cowboys’, estaban cosiendo sobre el territorio. La Administración de Control de Drogas (conocida como DEA, por sus siglas en inglés), por cierto, no se fundó hasta 1973.
Netflix
Los siguientes cinco años fueron los más esplendorosos para el imperio de Blanco, en los que se estima que recaudaba hasta 80 millones de dólares al mes. Esto le permitió tener, evidentemente, una vida llena de lujos: su existencia se basó en disfrutar de mansiones y fiestas hedonistas, además de convertir Miami en su campo de batalla. Insaciable de poder, se tornó la persona más temida de la cúpula narco, lo que le hizo ser conocida como «la Jefa», «la Reina» o «la Madrina» de la cocaína.
De acuerdo con los expedientes, se le atribuyen alrededor de 200 asesinatos, muchos de los cuales fueron ejecutados por pistoleros sobre motocicletas: una práctica que, según se dice, ella inventó. Aun así, todo ello no le impidió ejercer el rol de madre, que ocupó un espacio mayor en su vida a partir del nacimiento de su cuarto y último hijo, llamado Michael Corleone Blanco en honor al descendiente del capo más famoso de la ficción. Toda una declaración de intenciones.
Un breve período en su tierra natal, Colombia
En 1975, Griselda fue acusada de cargos de narcotráfico, pero evadió la justicia regresando a Colombia: mismo país en el que, durante esa década, se desarrollaba el cartel de Medellín, liderado por un joven y todavía inexperto Pablo Escobar, a quien más tarde se le atribuyó la frase: “El único hombre al que alguna vez tuve miedo fue una mujer llamada Griselda Blanco”.
Durante los años en su tierra natal, ocurrió aquello por lo que luego fue bautizada como «la Viuda Negra». Ya con el asesinato de su exmarido —Carlos Trujillo— a las espaldas, Griselda Blanco creyó que Bravo le robaba dinero, por lo que acabó también con su vida de un tiro, tal y como se muestra en los informes y, de forma más gráfica, en la serie de Netflix. Y para más énfasis sobre ese apodo tan preciso, se sabe que de igual modo mató a su tercer marido, Darío Sepúlveda.
el principio del fin
Cuando Griselda regresó a Miami a finales de la década de los 70, la ciudad continuaba tal y como ella la había dejado: tiroteos, sangre y un sistema de narcotráfico en todo su esplendor. Eso sí, su ausencia en el territorio hizo que otros capos ganaran popularidad y respeto en el entorno que anteriormente ella dominaba. Así, forjó enemistades que la esperaron, con hambre de revancha, a su vuelta.
Todo y así, Blanco reanudó la consolidación de su imperio, sobre todo a partir de 1980, cuando alrededor de 125.000 cubanos llegaron en barcos a Florida, en lo que se conoce como el éxodo del Mariel, uno de los movimientos migratorios más significativos del siglo XX. En ese contexto, la Jefa encontró una oportunidad de reclutamiento: muchos de los recién llegados se involucraron en su negocio como sicarios o distribuidores de la mercancía.
Con ello, la tensión con respecto a sus enemigos y la intensa vigilancia de una mejor equipada DEA, que para entonces ya casi cumplía una década de experiencia, obligaron a Griselda a abandonar la «ciudad sin ley» y trasladarse a California en 1984, estado en el que asimismo la violencia perpetrada por bandas criminales —en gran medida, de origen salvadoreño— estaba a la orden del día. El cambio de localización, sin embargo, duró poco tiempo: un año después, Blanco fue arrestada y llevada a Nueva York para enfrentar los cargos por narcotráfico que la acechaban desde 1975.
Declarada culpable en 1985, recibió la sentencia máxima de 15 años de prisión, si bien su negocio siguió rodando aun con ella entre rejas. Así, a lo largo de la condena, los fiscales trataron de añadir más cargos contra ella, e incluso la pena de muerte, debido a que, según las declaraciones de testigos, Griselda Blanco habría sido autora de múltiples asesinatos, más allá de haber traficado con estupefacientes. Pero finalmente, en 1998, la «Madrina» de la cocaína se declaró culpable a cambio de una sentencia reducida.
Así, en 2004 Griselda Blanco fue liberada y deportada a Colombia, donde estuvo retirada completamente de la vida delictiva. Un día de septiembre de 2012, sin embargo, quien fuera la persona más poderosa del narcotráfico fue asesinada mediante el mismo procedimiento que ella ideó: al salir de una carnicería en Medellín, un hombre desconocido en motocicleta disparó contra ella, poniendo fin a una turbulenta biografía que ahora llegará a nuestras pantallas, con cierto decoro hollywoodiense y un mensaje claro: «Hay una mujer detrás de todo esto».
Atención a la última foto de Sofía Vergara (50) en bikini porque está más fuerte que nunca
Especial atención a ese abdomen fuerte y plano porque 🔥
El pasado mes de septiembre Sofía Vergara publicó una foto en bikini de hace más de 20 años en la que nos volvimos a reafirmar en eso de que los años no pasan por ella. O por lo menos no dejan ninguna huella. Y es que da igual que la actriz de 50 años lleve tanto tiempo con nosotras, tanto en la pequeña como en la gran pantalla, porque seguimos viéndola igual que el primer día. Vamos que la lista de famosas de más de 40 años que están más en forma que nunca prácticamente la encabeza ella, desde luego.
Gracias a su entrenadora personal Jennifer Yates, hemos podido conocer un poco las rutinas de entrenamiento de la actriz y sí, sus entrenamientos favoritos son los que incluyen ejercicios de glúteos (los nuestros también Sofía, te entendemos). Pero aunque la actriz ponga empeño en fortalecer su tren inferior, una de sus últimas publicaciones en Instagram nos ha demostrado que está totalmente tonificada. De arriba a abajo. Atentas especialmente a su abdomen porque WOW:
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Sí amigas, nosotras también nos hemos quedado flipando con su silueta. Pero desde luego no hemos sido las únicas. «¿Cuántos años tienes? ¿24 de nuevo?» se preguntaba uno de sus seguidores. «Luce como una de 20 pero tiene 50, ¿cómo lo hace?» se preguntaba otra. Algunas incluso le preguntaban que «cuál era su secreto». Secreto ninguno, desde luego.
La actriz se cuida, tanto en el gimnasio como en la cocina. En una entrevista explicó que en casa «siempre hay fruta y verdura» y que «cocinaban carne fresca». Es decir, que lleva una alimentación equilibrada en toda regla. En cuanto al gimnasio sus entrenadores ya han explicado en numerosas ocasiones que no es una gran fan del cardio, pero que le encanta hacer ejercicios de tren inferior.
«Hacemos muchas sentadillas, peso muerto y estocadas, y también hacemos muchas cosas fuera de la máquina» explicó su entrenador Julio Cruz. «Hemos estado combinando algunos de los pesos más pesados para la parte inferior del cuerpo porque ella está tratando de poner un poco más de masa, así que hemos estado trabajando mucho con las kettebells» explicó.
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Sofía Vergara al desnudo
Sofía Vergara al desnudo
Sofía Vergara elevó la temperatura con ajustado body
La actriz y modelo colombiana radicada en Estados Unidos, Sofía Vergara, es considerada una de las mejores cómicas de la televisión estadounidense. Actualmente, está trabajando en un proyecto para Televisa Univisión. Se trata de la una serie animada creada por ella misma.
La misma está basada en la exitosa película ‘Koati’, que se estrenó el año pasado en México y Estados Unidos, dirigida por Rodrigo Pérez-Castro. Sofía prestó su voz pero también su esposo Joe Manganiello, sumado a Eduardo Franco, Adriana Barraza, Evaluna Montaner, Sebastián Villalobos y Karol G.
“Tras el éxito de nuestra película, Koati, Vix y yo estamos muy entusiasmados de explorar más el mundo de la película con una nueva serie animada. Este es el lugar perfecto para seguir expandiendo algo que ha sido la pasión de mi equipo por muchísimos años. Los valores de Koati y Vix, las metas y mensajes de programación familiar se alinean de una manera maravillosa”, comentó Sofía Vergara en la presentación de la serie en Nueva York.
En las últimas horas, Sofía compartió una imagen donde demostró cómo lucir espléndida a los casi 50 años. Recordemos que la actriz llega a la quinta década el próximo 10 de julio. En la fotografía, la oriunda de Colombia posó con un fondo rosado y lució un ajustado body en color negro.
Fuente: Instagram @sofiavergara
La publicación superó rápidamente los 180.000 likes y 1600 comentarios. “Disponible en Walmart” escribió la modelo haciendo referencia a su colección de ropa interior. “¡Si esa fuera mi mujer a los 50, sería el hombre más feliz del mundo!” y “Espectacular como siempre” fueron algunos de los mensajes que recibió en Instagram.
Sofía Vergara es bien conocida por su trabajo como actriz de comedia, pero también por sus distintivas curvas, una figura a la que sabe sacar partido con sus elecciones de estilo más allá de los escotes pronunciados y vestidos ajustados. En su día a día, son otras las técnicas que aplica para centrar la atención en su cintura y estilizar el torso. Ahora que comienza la primavera y suben las temperaturas, volvemos a apuntar ideas para sacar partido a nuestros atributos. ¿Quién mejor que ella para servirnos de guía?
Ayer dimos un aperitivo ubicado en una bañera. Ahora seguimos con una nueva imagen en topless de la famosa actriz en su posado para Vanity Fair.