Lo ocurrido en la rueda de prensa de ‘El Jockey’, durante el Festival de Venecia, marcará un hito en la historia del cine queer en nuestro país. En la película de Luis Ortega, Úrsula Corberó interpreta a Abril, una corredora de élite y amante del jockey Remo. Abril es una especie de Jeanne Moreau en ‘Ascensor para el cadalso’: una mujer que sufre en la espera, aunque no de manera virginal como la Penélope de Ulises. Mientras aguarda, Abril se sumerge en un apasionado romance con su compañera de equipo, interpretada por Mariana Di Girólamo.

Corberó ha expresado que esta experiencia, más allá de lo profesional, ha sido transformadora: “Ha sido una vivencia que, aunque lo diga entre risas, me ha cambiado la vida”. Tras una breve pausa, añadió: “Sí, un poco sí me la ha cambiado”.

Al recordar su primer encuentro con Luis Ortega, Corberó relató: “Le pregunté: ‘¿Cómo es Abril? ¿Cómo es mi personaje?’ Y él respondió: ‘Abril ya está en ti’. Fue un proceso de descubrimiento, escena tras escena, toma tras toma, basado en la confianza”. La actriz describió el papel como un “ejercicio de liberación personal” y de fe en uno mismo. “Confiar es hoy una de las cosas más difíciles para el ser humano. Todos queremos seguir nuestro propio camino, montar nuestra propia historia”.

Mariana Di Girólamo continuó la conversación refiriéndose a la “atmósfera” de la película. Junto a Corberó, recordó que su primera escena juntas fue un número musical sensual en un camerino, con la intensa música de Acid Arab de fondo. “Esa escena de baile fue poderosa, apasionada, llena de energía”.

El ambiente en el plató se tornó aún más cálido. Di Girólamo, escogiendo cuidadosamente sus palabras mientras su compañera reía discretamente, dijo: “Nos conocimos en cuerpo y alma, nos miramos a los ojos por primera vez, y fue algo muy especial. Salimos todas chivadas”. A lo que Corberó añadió, entre risas: “Sudadas”.