Rockstar se hace caquita: GTA 6 huye de Mario Kart, Peach y Donkey Kong como de una estrella invencible
La odisea rocambolesca de GTA 6: cuando el crimen se acobarda ante un plomero
Por Lucen
En un giro que nadie esperaba —y a la vez todos veíamos venir como una furgoneta de reparto a cámara lenta— Rockstar Games ha anunciado oficialmente que Grand Theft Auto VI, ese mito interactivo largamente prometido, no llegará en 2025 como juraron por San Andreas, sino que se retrasa a mayo de 2026. Las razones oficiales, como siempre, hablan de “pulido técnico”, “ambiciones narrativas” y “perfección jugable”. Pero bajo esa fachada de comunicados bien editados, se esconde una verdad mucho más jugosa: Rockstar se ha hecho caquita ante el regreso de Mario, Donkey Kong y, por supuesto, el poder erótico de la princesa Peach.
Sí, has leído bien. Todo apunta a que los de Rockstar, esos titanes del gamberrismo digital, han visto lo que se avecina con el lanzamiento de Switch 2 y han optado por lo más sensato en tiempos de guerra: replegarse y evitar el choque frontal con la apisonadora de Nintendo. Porque no hablamos de lanzamientos menores, sino de una artillería pesada que huele a setas, bananas y marketing irresistible.

En junio de 2026 —la fecha original para GTA 6— está previsto el lanzamiento de Mario Kart World, un sandbox de carreras que no solo promete circuitos abiertos con meteorología dinámica y conducción anfibia, sino también una economía inflacionaria basada en monedas doradas y tratos turbios con Yoshi. Rockstar ha comprendido que ningún coche robado en Vice City puede competir con una carrera ilegal por los acantilados de Koopa Beach mientras Bowser lanza caparazones como un poseso.
Y eso no es todo. Se suma también Donkey Kong Bananza, el esperado regreso del simio más politoxicómano de la historia de los videojuegos. Según rumores, incluirá segmentos de disparos, diálogos censurables y una jugabilidad más agresiva que un mono sin plátanos. Rockstar se ha dado cuenta, con pavor, de que incluso Donkey Kong ha aprendido a usar armas… y a pronunciar palabrotas.
¿Y Peach? Ah, Peach. Su presencia en la nueva consola de Nintendo ha alcanzado niveles icónicos. No es la damisela de antes: ahora viste de cuero rosa, reparte hechizos y tiene un ejército de Toads entrenados en artes mágicas y sabotaje emocional. Frente a eso, ¿qué puede ofrecer GTA 6? ¿Un tráiler con luces de neón y crimen organizado? Bah. Eso ya lo ha hecho Rosalina en Super Mario Space Syndicate (aún sin confirmar, pero en nuestros corazones ya es canon).
Ante semejante panorama, Rockstar ha optado por retirarse estratégicamente. En lugar de enfrentarse a la potencia multicolor de Nintendo, han decidido lanzar el juego un año después, con la esperanza de que la fiebre del champiñón haya pasado y que los fans del crimen, el caos y los coches robados vuelvan a estar listos para los excesos de Vice City.

Mientras tanto, Nintendo se frota las manos. Saben que su Switch 2 no solo es más potente: es más simbólica. Representa una nueva era de dominio blando, de poder lúdico sin necesidad de sangre ni drogas, solo con carisma, nostalgia y físicas de salto.
Y así, la guerra de las consolas toma tintes casi mitológicos. Rockstar, como un Aquiles postmoderno, se refugia en su carpa, esperando su momento. Nintendo, con su plomero de voz aguda, su princesa sexualmente ambigua y su simio de manos grandes, avanza sin miedo.
Nosotros, simples mortales, solo podemos observar desde el Olimpo digital y preguntarnos: ¿es este el fin del dominio Rockstar? ¿O solo una retirada táctica frente a la insoslayable seducción del Reino Champiñón?
Solo el tiempo —y las ventas de mayo de 2026— lo dirán.