Xbox o cuando el monitor te da la espalda: el arte de contratar genios gráficos con una imagen fallida generada por IA
Cuando el monitor te da la espalda: el arte de contratar genios gráficos con una imagen fallida generada por IA
Ah, Microsoft. Esa noble casa de sabiduría y cálculo, ese titán del silicio que, con el pecho henchido de algoritmos y el alma empapada de hojas de cálculo, se lanza una vez más al abismo del absurdo empresarial. Esta vez, con Xbox como catapulta y la inteligencia artificial como blindaje… aunque sea de papel mojado.
Resulta que el departamento de gráficos de Xbox, ese mismo que se encarga de la sagrada tarea de que los píxeles parezcan magia, ha decidido buscar nuevos talentos. Nada raro. Lo verdaderamente mágico —nivel David Copperfield en Las Vegas con resaca— es el modo en que han querido comunicarlo: con una imagen generada por IA en la que la pantalla del ordenador está al revés. Repito, por si lo han leído con la lógica aún encendida: la pantalla del ordenador está mirando a la pared. Y la chica trabaja tan tranquila, seguramente programando los shaders más avanzados desde el reverso tenebroso del monitor. Es lo que tiene la IA: todo es posible… incluso el disparate.

Pero no nos precipitemos. Este desliz no es más que la gota digital que rebosa el vaso pixelado de Xbox, empresa que hace poco celebró la sagrada liturgia de los despidos masivos —más de 9.000 personas arrojadas al océano laboral— mientras su liderazgo recomendaba, sin temblar una ceja, el uso de inteligencia artificial para «sentirse mejor» tras perder el empleo. Uno pensaría que la IA iba a curar el desempleo como un bálsamo milagroso; en realidad, lo único que cura es la vergüenza… de seguir trabajando allí.
El responsable del anuncio, Mike Matsel, líder del departamento gráfico, lo ha dejado claro: buscan expertos en drivers, rendimiento de tarjetas gráficas y validación de sistemas. Y, por supuesto, expertos en soportar imágenes de promoción que parecen diseñadas por un robot con miopía y resentimiento. El detalle de que la pantalla esté al revés podría interpretarse como una metáfora involuntaria del rumbo de Xbox: mirando en dirección contraria a los usuarios, de espaldas al talento humano y guiada por una IA que, por lo visto, tampoco quiere mirar lo que hace.
Las respuestas en redes sociales no se han hecho esperar, y la ironía ha llovido como meteoritos sobre el logo de la X. “Nos encanta comprobar el cuidado y atención al detalle que han hecho de ti un líder, Mike”, decía uno con la precisión de un cirujano con bisturí poético. Otros, más mordaces, han aplaudido que tras el exterminio laboral, por fin se haya logrado el equilibrio perfecto: una empresa sin trabajadores que publica vacantes con errores de broma… sin querer hacer la broma.
Por supuesto, esta tragicomedia visual no llega sola. Llega después de la cancelación de proyectos como Perfect Dark y Everwild, del desmantelamiento de The Initiative y de los crujidos que se oyen bajo el peso insostenible de Game Pass, cuya rentabilidad parece tan esquiva como el sentido común en las oficinas de Microsoft.
Y así seguimos: un futuro glorioso lleno de promesas hechas por máquinas, ofertas laborales ilustradas con despropósitos, líderes que recortan en nombre del progreso y una Xbox que se desangra en silencio mientras sus responsables dibujan sonrisas con software y despiden diseñadores para luego rogar a la IA… que les pinte otro desastre.
Qué ironía suprema: en la era de la hiperinteligencia artificial, Microsoft logra parecer más torpe que nunca. Y lo hace con elegancia: contratando a la nada, ilustrándolo con el absurdo y vistiéndolo de anuncio. Lo que viene siendo, en términos técnicos, un game over con efecto espejo.