The Witcher 4: la ilusión digital, el cosplay barato y la pérdida del peso arcaico

Lo que aparece en el tráiler

Antes de adentrarnos en lo que falla, conviene recordar qué nos muestra el adelanto:

  • Liam Hemsworth debutando como Geralt, sucediendo a Henry Cavill, en escenas de acción contra espectros y monstruos, uso de magia (“Signs”) como Yrden y Aard, demostrando que la fantasía sigue presente.
  • Una atmósfera sombría, con escenarios de guerra, separación de los protagonistas, amenazas mágicas y políticas, tensiones entre lo sobrenatural y lo humano.
  • La escenografía, vestimentas y ambientación visual siguen los clichés del género: piedras, ruinas, aceros, tatuajes, capas, etc., aunque con un acabado limpio—“pulido”—muy propio de producciones televisivas con gran presupuesto.

1. Exceso de lustre, falta de aspereza

El mundo de The Witcher original —los libros de Andrzej Sapkowski, los relatos cortos— es áspero, en muchos sentidos: barro, enfermedad, sangre, miserias humanas. El tráiler, en cambio, parece querer vendernos la épica más que la brutalidad. Las texturas se ven demasiado limpias para lo que debería sentirse un Continente asolado por guerras, plagas y odios ancestrales.

netflix-releases-action-packed-the-witcher-season-4-trailer_ad2t-1024x578 The Witcher 4: la ilusión digital, el cosplay barato y la pérdida del peso arcaico

Ese pulido visual —vestimentas que parecen recién cosidas, armaduras impecables aun en batallas, peleas donde la suciedad parece un adorno más que una consecuencia— diluye la sensación de un mundo que se tambalea y que huele a hierro, sangre y humo. Mucho CGI, mucha superposición digital, muchas luces dramáticas: productos de cine-fantasía comercial que se acercan más al espectáculo que a la inmersión visceral.

2. Cosplay de mercadillo más que vestimenta orgánica

El término “cosplay” aquí sirve para señalar la impostura visible: trajes que imitan, accesorios que brillan más de lo que deberían, ornamentos ostentosos, gestos exagerados. No digo que no haya mérito artístico, sino que la autenticidad que uno espera de un brujo itinerante, vagabundo o herido, de un poblado humilde, de una vieja posada donde todo está roído por la humedad, se ve empañada.

aaa-1024x576 The Witcher 4: la ilusión digital, el cosplay barato y la pérdida del peso arcaico

Por ejemplo:

  • Geralt con armadura elegante en momentos que requieren desgaste.
  • Los efectos visuales que realzan lo sobrenatural, pero lejos de lo tétrico primitivo, casi acercándose a lo pulido del videojuego de gran presupuesto.
  • La iluminación, los fondos: muchas escenas con un cielo dramático y muy “filmado”, más parecido a una sesión de anuncio que a una aldea destrozada por el fuego o los saqueos.

3. Cambio de tono y de epicentro

Con el cambio de actor (Hemsworth por Cavill), y con el empeño de Netflix en hacer la narrativa “más accesible” al gran público, parte de lo rudo parece sacrificarse: menos sangre explícita (o al menos menos apariencia de suciedad persistente), menos inmersión en las costumbres bárbaras, más énfasis en la magia, la espectacularidad, la lucha.

El tráiler apunta a una épica mayor, quizá heroica, con grandes enfrentamientos y amenazas universales, lo cual no es malo en sí, pero acusa un alejamiento de lo que hizo grande al lore original: esa mezcla de fantasía con folclore, con realismo sucio, con monstruo moral tanto como físico.

4. La ilusión como promesa incumplida

Detrás de cada brujería, de cada espada, de cada espectro, Netflix vende una promesa de inmersión total; seguidores fervientes esperan transportarse al Continente, no sólo ver fantasía bonita. Pero la ilusión se descose cuando los efectos digitales se notan, cuando la coreografía de pelea parece más escena de stunt bien pulido que choque brutal de acero, cuando los fondos parecen sets demasiado limpios, cuando la magia parece espectáculo de luces más que dilema moral o pesadilla.


Matices positivos y lo que aún puede rescatarse

Para no ser completamente pesimista, hay que reconocer que:

  • Hemsworth no intenta copiar a Cavill; al menos en lo que se muestra, imprime otro ritmo, otra cadencia, lo cual puede ser saludable si busca renovar en lugar de repetir.
  • Los monstruos, los espectros y la presencia de magia siguen siendo efectivos, lo que al menos conserva lo sobrenatural, lo horrorífico que es propio del universo.
  • Las imágenes de guerra, de separación, de intrigas políticas apuntan a recuperar tensión, oscuridad, conflicto real, no solo aventuras de bosques y dragones. Eso puede ser semilla para algo más crudo.

En conclusión

El tráiler de la cuarta temporada de The Witcher nos deja con la sensación de estar frente a una fantasía pulida, una ilusión digital que seduce, pero que al mismo tiempo oculta las cicatrices de un mundo que debiera ser mucho más áspero, mucho más vivido en sus carencias. Detrás del brillo, de la magia bien renderizada, encontramos vestigios de lo que la serie podría ser: un relato feroz de piedra, sudor y arena. Pero también notamos que se teme manchar demasiado la pantalla, se retoza en lo visualmente impecable, y pierde por momentos lo que lo haría inolvidable: el dolor, la suciedad, la humanidad rota.

Si la serie logra mantener la tensión entre lo épico y lo brutal, entre lo mágico y lo humano, podría redimirse. Pero si opta por priorizar la espectacularidad sobre lo terrenal, temo que seguiremos ante una fantasía más de escaparate que de inmersión absoluta.

Puede que te hayas perdido esta película gratuita