Cuando el desnudo real se cuela en el píxel: los videojuegos con cuerpos desnudos auténticos y más | Breve historia del erotismo y el desnudo

Desnudo explicito y erotismo en el videojuego

Carne digital: videojuegos modernos que usan desnudo realista con captura de movimiento

En la encrucijada contemporánea del ocio digital y el deseo, surgen juegos que ya no simulan el erotismo: lo construyen sobre actores reales capturados en movimiento, cuerpos hiperrealistas y experiencias que rozan los límites del tabú audiovisual. Aquí los títulos más relevantes que redefinen el erotismo como performance interactiva y no simple fanservice animado.

🎥 vrXCity (Nutaku, 2025)

Un sandbox adulto en VR donde puedes dirigir escenas con actrices reales del cine adulto como Texas Patti o Marley Brinx, combinadas con modelos digitales ultrarrealistas y captura de movimiento. Las escenas se gestan como sets virtuales, pero cobran vida con cuerpos reales. Un juego donde la autorrepresentación digital se mistura con la textura auténtica del cuerpo humano.

🪐 Captain Hardcore (AntiZero Games, beta PCVR, 2025)

Un simulador sexual de ciencia ficción donde no solo manejas entornos detallados, también puedes personalizar cuerpos con física real, posturas, fluidos e interactuar de forma directa gracias a motion capture real y simulación física en tiempo real. Aquí el erotismo no se insinúa: se crea, se consume, se guarda.

🌌 Braindance: Spatial VR (VRPorn, 2025)

Con ambientación cyberpunk Y2K, este juego VR permite una libertad total de movimiento e interacción con personajes eróticos animados con captura de movimiento de alto nivel, ofreciendo escenas explícitas que se sienten reales gracias a la precisión del mocap y las animaciones hápticas. No hay CGI frío: hay tacto digital muy cercano al real.

🕹️ FemDomination 2 (Citor3, PCVR)

Un juego centrado en BDSM femenino donde las escenas están construidas desde cero para realidad virtual con captura de movimientos realistas que sincronizan gestos, mirada y contacto íntimo digital. Las dominatrices virtuales responden a tus movimientos. Aquí el erotismo se sustenta sobre precisión física y control corporal auténtico.

🏠 House Party (Eek! Games, 2022)

Aunque no es VR, se trata de una aventura gráfica adult friendly que utiliza escenas filmadas con actores reales en vídeo. Desnudos y contenido explícito aparecen según tus decisiones. Captura real para experiencias interactivas: el cuerpo verdadero como recompensa narrativa.

⚖️ Censura y mercado en tensión

Vale advertirlo: juegos como estos enfrentan problemas legales y de mercado. En julio de 2025, plataformas como Steam e Itch.io empezaron a retirar del catálogo títulos NSFW tras presiones de grupos moralistas y por restricciones de pasarelas de pago. Muchos de los videojuegos que usan desnudo real o explícito están desapareciendo o siendo inaccesibles en Occidente.

🔍 ¿Qué los hace especiales?

• Captura realista de movimientos y expresiones faciales para brindar corporalidad auténtica.
• Actrices reales que aportan presencia física genuina dentro del entorno digital, a menudo grabadas con lentes soft o iluminación meditada.
• Interacción directa, ya sea VR o vídeo-click, con decisiones que activan escenas eróticas explícitas.
• Diseño inmersivo, que busca convertir el deseo digital en experiencia táctil, emocional y personal.

🧾 Tabla comparativa

En estos juegos, el erotismo deja de ser un truco visual y se erige como acto performativo interactivo, donde la acción no se insinúa sino que acontece. Se ha cruzado el umbral entre píxel y carne: lo digital ya puede palparse, sentir y provocar. Un giro extremo que coloca al voyeurismo, la fantasía y la tecnología en un solo espacio: la carne digital viva.

Pixel, tetas y glande: los videojuegos que se atrevieron a mostrarlo todo

En el jardín censurado del videojuego comercial, donde la violencia suele campar sin límite pero el desnudo se esconde bajo cortinas de vapor, hay una estirpe de obras que rompieron la regla no escrita del “todo vale, menos la carne”. Juegos que no simulan el cuerpo ni lo velan, sino que lo muestran sin pudor, como si dijeran: sí, esto también existe en la vida, y el píxel tiene derecho a tener pene, pezón y sudor en la entrepierna.

Aquí te presento un puñado de títulos que, como Cobra Mission: Panic in Cobra City, no solo dejaron caer la ropa digital, sino que celebraron el desnudo sin filtros ni florituras. Desde el falo bárbaro de Conan hasta los pezones animados de la escena indie, este es un homenaje al polígono desnudo, erecto y sin censura.

1. Cobra Mission: Panic in Cobra City (1992)

El pionero occidental del «eroge» japonés. Esta pequeña bomba pixelada aterrizó en América con su propuesta sin complejos: combates por turnos, chicas secuestradas y escenas de sexo explícito en glorioso pixel art. Pechos animados, penetraciones visualmente narradas y una estética de cómic ochentero a medio camino entre el noir barato y el hentai de videoclub. Fue censurado en muchas ediciones, pero su versión sin cortes circula aún como fetiche de coleccionista y símbolo de una época sin vergüenza.

2. Conan Exiles (2018)

Pocos esperaban que el sandbox brutal y supervivencial basado en el universo de Robert E. Howard se convirtiera también en un manifiesto por el desnudo integral. En Conan Exiles, los personajes pueden —y deben— vagar por el desierto tal como Crom los trajo al mundo. El juego permite elegir el tamaño del pene o de los pechos en el editor de personaje, y deja que el cuerpo desnudo vague, luche, muera o conquiste sin cubrirse ni con un taparrabos. En consola fue mutilado, claro. Pero en PC, el miembro viril cuelga con todo su peso, como si fuera un arma más.

3. The Witcher 3: Wild Hunt (2015)

No es un juego pornográfico, pero sí uno que se atrevió con una sensualidad explícita y estilizada. Geralt de Rivia se desliza entre mujeres desnudas, posando en tinas, follando en techos, bebiendo vino con prostitutas. Y sí, los senos, los traseros y las posturas son claramente visibles y sin censura en su versión PC. No hay genitales en erección, pero la piel está ahí, bien renderizada y sin rubor.

4. Agony Unrated (2018)

Este descenso al infierno literal es también un desfile de cuerpos desnudos, torturados, abiertos, consumidos por el fuego y el deseo. La versión original fue censurada debido al exceso de violencia sexual y desnudez grotesca, pero Agony Unrated devuelve toda la carnalidad sin límites. Paredes de carne, vaginas dentadas, demonios con pechos humanos y miembros masculinos colgantes. Una obra perturbadora más que erótica, pero profundamente física.

5. Lula 3D (2005)

Un desastre en casi todo lo jugable, pero un hito por su inclusión de desnudos frontales completos, escenas sexuales animadas y ese intento de mezclar erotismo con aventura gráfica. Lula, estrella del porno digital, se pasea semidesnuda por media Europa buscando a sus compañeras desaparecidas, mientras se enfrenta a rompecabezas dignos de un borracho. Un esperpento que se ha convertido en clásico del mal gusto… y de la carne gratuita.

6. Second Life (2003 – hoy)

El multiverso antes del metaverso. Aquí los jugadores crean avatares con total libertad: cuerpos completos, genitales incluidos, mods con erecciones, lubricación, sexo interactivo y comunidades enteras dedicadas al sexo virtual sin restricciones. Más que un juego, una red social de libertinaje digital. Nada está censurado si no lo deseas: el desnudo es una opción estética más.

7. Rust (2013)

Un survival multijugador donde apareces desnudo, literalmente. Y sí, desde el primer minuto, tu pene pixelado (o vulva) está a la vista, pendulando mientras buscas piedras, construyes chozas o te enfrentas a otros supervivientes. El tamaño del pene se asigna aleatoriamente (en serio), y el cuerpo se muestra sin filtros. En consola está censurado, pero la versión de PC mantiene la desnudez como principio fundacional.

El desnudo como herejía jugable

Mostrar un arma cortando un cuerpo en dos es aceptable. Mostrar un pene colgando, no. Mostrar cómo alguien es torturado por demonios está aprobado. Mostrar una mujer desnuda, no. Esa es la absurda moralina que ha regido gran parte de la historia del videojuego. Por eso estas obras, a veces torpes, a veces provocadoras, y a veces profundamente reflexivas, deben reivindicarse como pequeños actos de herejía contra esa censura que convierte al cuerpo en tabú, mientras glorifica la sangre.

Estos videojuegos no son perfectos. Algunos rozan el mal gusto, otros exploran nuevas formas de narrar el deseo, y otros simplemente celebran el cuerpo sin complejos. Pero todos, a su manera, defienden una idea hermosa: que el píxel también tiene derecho a desnudarse.

La carne digital: videojuegos donde el desnudo dejó de ser insinuación

En el vasto y pixelado territorio del videojuego, donde dragones se enfrentan a soldados del futuro y granjeros cultivan tomates mágicos mientras resisten invasiones alienígenas, existe también un rincón más húmedo, más carnoso, más… humano. Un espacio donde los píxeles dejaron de esconderse tras la sugerencia y abrazaron, sin tapujos, la carne explícita. Y no hablamos aquí de un escarceo voyeurístico, de un modelado poligonal tímido o de erotismo sugerido entre el humo de las sombras. Hablamos de desnudos reales, visibles, innegables. De cuerpos renderizados con descaro, de piel que no solo insinúa, sino que se muestra sin velo, sin pudor, sin censura.

Este artículo no pretende ser un catálogo para el voyerista digital ni una oda a la masturbación en alta definición. Es, más bien, una exploración lúcida y sin mojigatería del uso del desnudo explícito en el arte interactivo. Porque sí: incluso los genitales poligonales, cuando están bien usados, pueden hablar de deseo, de violencia, de poder, de liberación… o simplemente del goce carnal.

1. ‘3D SexVilla’ / ‘Sex Emulator’ (desde 2003 en adelante)

No es un juego en sentido tradicional, sino un simulador interactivo donde el usuario crea personajes, escenarios y escenas sexuales con total libertad. Aquí no hay lugar para el eufemismo: penes erectos, vaginas abiertas, animaciones explícitas y la ilusión de dirigir una fantasía pornográfica personalizada. El jugador no juega: dirige, manipula, diseña. El cuerpo digital se convierte en herramienta y lienzo.

2. ‘BoneTown’ (2008)

Con espíritu de parodia a lo Grand Theft Auto, BoneTown fue una provocación sin disimulo. Humor escatológico, lenguaje vulgar, y un mundo abierto donde los desnudos no son premio ni castigo, sino simple cotidianidad. Los genitales están ahí desde el primer minuto, balanceándose sin complejos, interactuando, fornicando en plena calle. Un juego tan vulgar como sociológicamente fascinante.

3. ‘Subverse’ (2021)

Una ópera espacial erótica nacida en Kickstarter, que prometía unir la narrativa de Mass Effect con el porno más explícito. Y cumplió. Subverse muestra sin censura escenas sexuales detalladas, con modelos 3D realistas, voces jadeantes, fluidos animados. Aquí el sexo no es solo parte del universo, sino su núcleo: la carne como combustible de la aventura intergaláctica.

4. ‘Mirror’ (2017) y otras joyas del hentai jugable

Desde Japón (y su entorno digital paralelo) llegan juegos como Mirror, Custom Maid 3D 2, Honey Select o Koikatsu Party, donde los desnudos integrales no son excepcionales, sino norma. Aquí el jugador explora cuerpos moldeables, relaciones intensas, y escenas de sexo en las que la ropa es apenas un trámite. La tradición hentai se hace interactiva, y la vergüenza queda en la puerta.

la carne no es delito

Los videojuegos han demostrado, una y otra vez, que pueden representar la guerra, el crimen, la pobreza, la venganza, la gloria… pero todavía tiemblan las instituciones cuando aparece un pezón digital o una erección animada. Y, sin embargo, la carne forma parte del relato humano. No hay personaje más honesto que el que se atreve a desnudarse sin truco, sin velo de niebla, sin el recato de los filtros.

Estos títulos —que van del puro libertinaje al arte interactivo más osado— demuestran que el desnudo digital puede ser mucho más que una provocación: puede ser sátira, juego, herramienta de crítica, espejo de nuestros tabúes. En un mundo cada vez más aséptico, más falsamente correcto, más digitalmente edulcorado… que vivan los cuerpos en carne viva, aunque sea renderizada. Porque, al fin y al cabo, incluso un píxel puede tener deseo.

Cuando el cuerpo real se cuela en el píxel: los videojuegos con desnudos auténticos

Desde los albores del videojuego ha existido una tensión casi freudiana entre la carne y el código. Sin embargo, hubo momentos, tan secretos como desvergonzados, en los que los desarrolladores cruzaron el umbral de lo simulado y dieron un paso al frente: introdujeron desnudos reales, filmados o fotografiados, en sus videojuegos. Fueron obras a medio camino entre el videojuego, el cine para adultos y el arte digital clandestino. Aquí no hay “fanservice”. Aquí hay cuerpos. Auténticos.

🎥 1. Plumbers Don’t Wear Ties (1993, PC/3DO)

Una abominación fascinante. Este juego de culto infame es considerado uno de los peores jamás creados… y, sin embargo, es una cápsula de deseo kitsch. Usaba diapositivas fotográficas y actores reales para contar una historia absurda de seducción entre un fontanero y una ejecutiva. El juego prometía erotismo y cumplía a medias, pero incluía desnudos reales en algunas versiones uncensored, ahora muy difíciles de conseguir.

Curiosidad: la actriz Jeanne Basone, famosa por GLOW, aparecía en escenas semidesnuda en ciertas ediciones. Hoy es una joya para coleccionistas de lo bizarro.

📼 2. Voyeur (1993, Philips CD-i / PC)

Pura pulsión voyerista. Este juego de FMV (full motion video) te pone en la piel de un espía que vigila una mansión mediante cámaras ocultas. Entre conspiraciones políticas y asesinatos, el jugador asiste a escenas de intimidad donde el desnudo frontal, tanto masculino como femenino, aparece sin tapujos. Fue polémico, pero también pionero en integrar erotismo y tensión narrativa.

Erotismo real: grabado con actores profesionales, con escenas de desnudez explícita que daban contexto emocional (y sexual) al espionaje.

🕵️ 3. Night Trap (1992, Sega CD)

Aunque hoy parezca inocente, este juego fue epicentro de la moral americana en los 90. En él, un grupo de chicas es acechado por vampiros en una casa vigilada. Las cámaras captan momentos íntimos, y aunque el desnudo frontal fue censurado para el público general, la versión prototipo sí incluía escenas de ropa interior transparente y desnudos reales.

Legado: fue tan polémico que ayudó a fundar el sistema de clasificación por edades ESRB en EE. UU.

🔥 4. Riana Rouge (1997, PC/Mac)

Un juego producido, protagonizado y dirigido por la actriz y modelo Gillian Bonner, conocida por sus apariciones en Playboy. Un videojuego erótico-fantástico donde el desnudo real era el eje visual y narrativo, con transiciones que mezclaban FMV y escenas animadas. Bonner encarnaba a una mujer que accede a un universo paralelo erótico para liberar su deseo.

Erotismo total: desnudos integrales filmados con lente suave, música sensual y estética entre softcore y videoclip noventero.

🖼️ 5. Tender Loving Care (1998, Windows)

Con John Hurt como narrador, esta experiencia interactiva combinaba psicología, erotismo y drama doméstico. Usaba actores reales en vídeo, y en función de tus decisiones, el juego te mostraba escenas sexuales intensas, incluidos desnudos reales sin censura. Una pieza de culto que rozaba el experimento artístico.

Interactividad y deseo: respondías tests psicológicos que influían en el desarrollo narrativo y las escenas eróticas que veías.

🎮 6. The Guy Game (2004, PS2/Xbox)

Un juego de preguntas y respuestas al estilo de los programas televisivos de los 90… pero con un giro lubricado: si acertabas las preguntas, las chicas reales se desnudaban ante la cámara. Grabado durante vacaciones de primavera en EE. UU., el juego incluía clips de mujeres jóvenes mostrando sus cuerpos.

Censura y escándalo: fue retirado del mercado tras descubrirse que una de las chicas era menor de edad al momento de la grabación. Hoy es ilegal venderlo en muchos países. Un caso de advertencia y transgresión.

👠 7. Samantha Fox Strip Poker (1986, ZX Spectrum, Commodore 64)

La cantante y modelo británica Samantha Fox fue protagonista de este juego de cartas donde cada victoria se premiaba con una foto real de la artista quitándose la ropa. En una época donde el hardware apenas podía mostrar formas humanas, aquí se introdujeron fotos escaneadas, creando un juego mítico entre adolescentes europeos.

Culto primitivo: rudimentario, sí. Pero con impacto cultural y hormonal innegable.

📷 BONUS: Virtual Valerie (1990s, Macintosh)

Una saga erótica con estética vectorial pero con imágenes reales de modelos insertadas en ciertas versiones. El objetivo era satisfacer sexualmente a la protagonista a través de minijuegos. En ediciones no oficiales o privadas, se incluyeron fotos explícitas reales de modelos eróticas.

Epílogo: carne, lente y bit

Estos videojuegos no simulaban: mostraban. Cuerpos verdaderos, piel, pezones, labios, deseo capturado por una lente y luego comprimido en un CD-ROM. No eran triple A, ni lo pretendían. Pero en su travesía desvergonzada dejaron huella. Son testimonio de una era sin filtros ni algoritmos de censura, donde la carne aún podía colarse entre líneas de código.

Fueron videojuegos que no quisieron ser metáforas. Querían mostrar el cuerpo. Y lo hicieron.

Píxeles calientes: historia secreta del erotismo como núcleo de los videojuegos

Entre castillos pixelados, shooters infinitos y plataformas coloridas, hay un rincón del videojuego donde la carne —no la espada— fue protagonista. Un rincón lubricado por la lujuria y el deseo, donde el joystick no sólo se agitaba por adrenalina guerrera, sino por el calor animal de lo que no se podía mostrar… pero se insinuaba. O directamente se mostraba.

Este es un recorrido atrevido, nostálgico y erótico por esos videojuegos en los que el desnudo y el placer fueron la columna vertebral, no el condimento superficial.

💾 1. Leisure Suit Larry (Sierra, 1987)

Un pionero sin vergüenza. Este seductor hortera con camisa abierta y peinado de vendedor de coches de los 70 fue el primer héroe digital cuyo único objetivo era… acostarse con alguien. Humor verde, puzles libidinosos y gráficos cada vez más explícitos. Larry no buscaba salvar el mundo: buscaba algo mucho más humano. Un coito.

Erotismo jugable: cada conversación era una invitación al doble sentido. Las pruebas no eran de habilidad física, sino de saber cuándo decir «la frase correcta» o qué regalo comprar.

🔥 2. Dōkyūsei o Nocturnal Illusion y el sex-sell ochentero japonés

En los años 80, Japón fue un campo de batalla entre censura y deseo. Empresas como Koei y Macadamia Soft lanzaron juegos como Dōkyūsei o Nocturnal Illusion, donde el jugador debía cortejar a estudiantes o espíritus atrapados en mansiones… con recompensas visuales. Hentai interactivo, pero muchas veces con narrativas mejor escritas que algunas novelas románticas.

Erotismo jugable: la exploración de la intimidad, el consentimiento y el deseo lento eran parte del gameplay. No se trataba de saltar niveles, sino de desvestir capas psicológicas.

🩸 3. Custer’s Revenge (Atari 2600, 1982)

Un escándalo. Casi un acto terrorista digital. El jugador encarnaba al general Custer, completamente desnudo (menos su sombrero), cruzando disparos para violar a una mujer nativa atada a un poste. Un videojuego que no sólo era ofensivo: era la perversión elevada a código binario.

Erotismo jugable: puro sadismo travestido de provocación. Prohibido en muchos países. Un caso de estudio sobre lo que no debe hacerse, pero que reveló un apetito oculto en la audiencia.

💋 4. BMXXX (2002, Acclaim)

Cuando la moda del BMX y los videojuegos extremos se cruzaron con el softcore televisivo, nació esta rareza donde ciclistas desnudas, strippers y diálogos «edgy» creaban un pastiche hormonal sin frenos. Fue vetado en varias plataformas, pero marcó una era de excesos pre-YouTube.

Erotismo jugable: desbloquear vídeos reales de bailarinas exóticas con acrobacias ciclistas como excusa. Un festín adolescente.

🏮 5. Senran Kagura (Marvelous, desde 2011)

Ninjas escolares que luchan y, al recibir golpes, pierden su ropa. El juego es una oda al fanservice, pero también a una estética hiperbólica que convierte cada combate en un striptease animado. La saga se convirtió en fenómeno, con anime, figuras y millones de ventas.

Erotismo jugable: el sistema de daño está ligado directamente al desvestimiento. No se oculta nada: se celebra con orgullo lubricado.

🍑 6. Bayonetta (PlatinumGames, desde 2009)

Bayonetta no es un juego erótico, dirán algunos… pero basta verla invocar demonios mientras su propio traje (hecho de su cabello) se deshace entre saltos imposibles. Domina, seduce y mata con la misma coreografía. Fetichismo y poder a partes iguales.

Erotismo temático: aquí la sensualidad es empoderamiento. Su caminar es una amenaza. Su sonrisa, un hechizo. Cada nivel es una pasarela donde el cuero es más importante que el acero.

👠 El legado píxel a piel

El erotismo en los videojuegos ha mutado: de lo burdo a lo psicológico, del gag sexual al retrato sofisticado del deseo. Hoy títulos como Catherine, Subverse o Lust from Beyond experimentan con la estética gótica, el surrealismo erótico o la filosofía del placer. El sexo ya no es un extra: es tema, motor y espejo.

🎮 En resumen:

Quizá nunca ganen el GOTY. Quizá no estén en museos. Pero estos juegos nos hablan de lo más básico y universal: el deseo, la carne, la mirada. Y en una industria que tiende a la represión y la corrección artificial, sus píxeles sudorosos nos recuerdan que también se juega con el cuerpo, no solo con los pulgares.

El pixel que late: el erotismo voluptuoso de Dead or Alive y su paraíso voley-playero

En la historia del videojuego, pocas franquicias han convertido el erotismo en una mecánica de juego tan descaradamente voluptuosa como Dead or Alive. Y no hablamos sólo de curvas renderizadas o de físicas imposibles, sino de una coreografía completa del deseo, donde la cámara es cómplice, el bikini es armadura y el salto se convierte en rito erótico.

La saga de lucha, nacida en los salones arcade en 1996, ya insinuaba desde el principio su atracción por lo sensual. Pero fue con la llegada de Dead or Alive Xtreme Beach Volleyball (2003) que el juego abandonó por completo el pretexto marcial y se entregó, sin culpa ni justificación, al voyeurismo digital. Las guerreras dejaron de golpearse para entregarse al sol, al juego de pelota, al bronceado… y a los bikinis que no parecen tejidos sino pensamientos húmedos.

Las protagonistas —Kasumi, Ayane, Hitomi, Tina, Helena y compañía— no solo fueron modeladas con una atención enfermiza al detalle físico, sino que su animación incorporó una de las físicas más discutidas y parodiadas de la historia del videojuego: el rebote libre, ingrávido y exagerado de sus pechos. Una oda a la gravedad vencida por el deseo.

Dead or Alive Xtreme no oculta su objetivo: deleitar la mirada. El jugador puede regalar trajes minúsculos, observar a las chicas en actividades tan exigentes como saltar en trampolines, deslizarse por toboganes acuáticos o aplicarse crema solar en escenas casi pornográficas de softcore digital. No hay desnudo frontal, pero sí una acumulación tan estética, tan perfeccionada del deseo, que cada movimiento se siente coreografiado por un director de cine erótico japonés con alma de poeta.

A lo largo de las entregas (Xtreme 2, Xtreme 3, Venus Vacation), la franquicia ha evolucionado desde el escándalo al fetiche de culto, manteniendo siempre la misma premisa: que el cuerpo femenino, idealizado hasta el delirio, sea el verdadero centro jugable. Un parque de atracciones del deseo donde la cámara es la verdadera protagonista, y el control del jugador se convierte en acto íntimo.

Pueden llamarlo sexista, absurdo, innecesario. Y en parte lo es. Pero también es una celebración de lo que el videojuego puede hacer cuando se rinde al hedonismo puro, cuando se atreve a decir: no estoy aquí para educar ni para matar dragones, sino para excitar, provocar, sugerir y hacerte sonreír como un adolescente en su primera noche de insomnio erótico frente a la pantalla.

Porque si el cine tuvo a Emmanuelle, el videojuego tuvo —y aún tiene— a Kasumi en bikini. Y en esa arena de voley, bajo el sol pixelado de un paraíso imposible, el erotismo digital se sintió, por un instante, gloriosamente libre.

Otras menciones

The Saboteur (Pandemic)

Metro Last Night (4A Games)

Excelsior (Playmack)

Heavy Rains (Quantic Dreams)

Far Cry 3 (Ubisoft)