El voluptuoso gusto cinéfilo de Pamela Anderson: curvas y clásicos en el Criterion Closet
Pamela Anderson desnuda
Antes de que el mundo entero conociera su despampanante figura y su carisma en Los vigilantes de la playa, Pamela Anderson ya había hecho sus pinitos en series de televisión como Matrimonio con hijos o Days of Our Lives.
Su trabajo en la serie de los 90 provocó que fuera cosificada durante décadas, impidiendo ver que detrás de su apariencia también había una gran actriz. Una sombra que la perseguiría siempre y de la que parece que ha empezado a desprenderse con su papel protagonista en The Last Showgirl, el filme por el que todas las quinielas apuntan a que podría incluso estar nominada al Oscar.
A pesar de que Anderson continúa en el imaginario colectivo como aquella socorrista corriendo por las playas de Malibú con un diminuto bañador rojo, la actriz ha querido reivindicar una carrera en la que también cuenta con trabajos en series como Un chapuzas en casa, Stacked o La niñera, así como películas como Scooby-Doo, Scary Movie 3 o Baywatch: Los vigilantes de la playa.
Pamela Anderson, mucho más que una ‘sex symbol’
«Es realmente emocionante. Siempre pensé que era capaz de mucho más que tan solo correr en bañador por la playa», ha señalado la actriz en The Tonight Show con Jimmy Fallon. «Este papel fue un regalo. Yo sabía que era capaz de hacer mucho más y no tenía nada que perder. Quizás sea la única oportunidad que tenga en la vida de hacer un papel así», añadía también recientemente en otra entrevista.
La carrera de la intérprete ha ido desde Los vigilantes de la playa hasta Broadway, contando ahora con el aclamado filme de Gia Coppola, pero las incógnitas sobre qué sería lo siguiente siempre aterrorizaron a una mujer a la que le enseñaron que tan solo era una cara bonita. «He dudado de mí misma muchas veces y los demás también, pero tienes que creer en ti porque es muy fácil etiquetar a alguien», afirma una artista agradecida con aquellos que abrazan su trabajo.
Anderson también se pronunciaba recientemente sobre cómo The Last Showgirl han supuesto una retribución a las quejas que ella misma señaló en su momento sobre la serie Pam & Tommy, cuya imagen la disgustó enormemente, pero que también hizo que ella misma tomara un nuevo impulso.
De igual forma, la intérprete hablaba sobre su pasado junto a su ex Tomy Lee Jones, del que no sabe nada actualmente. «Antes hablábamos más, pero ahora lamentablemente no. Me gustaría que tuviéramos una mejor relación por nuestro hijo, que está comprometido y tendremos nietos juntos. Pero bueno, todo irá bien tarde o temprano, es solo algo momentáneo», declaraba en Radio Andy de SiriusXM.
Pamela Anderson y su exquisito criterio cinematográfico
Pamela Anderson, conocida por su icónico rol como sex symbol de una generación, ha transitado una carrera marcada por constantes transformaciones. Desde su irrupción en la revista Playboy y su estelar participación en Los vigilantes de la playa, la actriz ha desafiado los prejuicios asociados a su imagen pública.
Tras diversas reinvenciones personales y profesionales, Anderson reaparece en la temporada de premios gracias a su rol en The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola. Este papel, que le ha valido una nominación como mejor actriz en los Globos de Oro, simboliza un nuevo capítulo en su trayectoria, orientado a consolidar su legitimidad artística. En este contexto, Anderson se ha sumado a una tradición emblemática del mundo cinéfilo: visitar el icónico Criterion Closet y seleccionar obras maestras del séptimo arte.

Su elección de películas ha sorprendido por su profundidad y eclecticismo, reafirmando su sensibilidad cinematográfica. Entre sus selecciones destacan joyas del cine europeo como La piscina (1969) de Jacques Deray, Persona (1966) de Ingmar Bergman y La strada (1954) de Federico Fellini, además de la trilogía de Koker de Abbas Kiarostami: ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987), Y la vida continúa (1992) y A través de los olivos (1994).
La actriz confiesa que la figura de Jean Seberg en Al final de la escapada (1960) la inspiró a realizar su radical cambio de look en 2013. También menciona su deseo de reinterpretar el papel de Katharine Hepburn en un posible remake de Locuras de verano (1955). Su aprecio por la cinematografía de autor también se manifiesta en su declaración sobre Wanda (1970) de Barbara Loden, obra que considera su favorita y que guarda una resonancia especial con su papel en The Last Showgirl.

Anderson recuerda cómo alternaba sesiones de fotografía para Playboy con lecturas de Tennessee Williams, Eugene O’Neill y Sam Shepard, subrayando su compromiso con el arte y la literatura. Su selección en Criterion refuerza esta narrativa, presentándola como una mujer con una sensibilidad cultural que trasciende su imagen mediática.
Selección de Pamela Anderson en Criterion Closet:
- La piscina (1969), de Jacques Deray
- Terciopelo azul (1986), de David Lynch
- La verdad (1960), de H.G. Clouzot
- Al final de la escapada (1960), de Jean-Luc Godard
- La strada (1954), de Federico Fellini
- Ascensor para el cadalso (1958), de Louis Malle
- Wanda (1970), de Barbara Loden
- Trilogía de Koker, de Abbas Kiarostami
- Locuras de verano (1955), de David Lean
- Persona (1966), de Ingmar Bergman
- Las manos en los bolsillos (1965), de Marco Bellocchio
Este acercamiento al universo cinéfilo de Pamela Anderson revela una faceta sofisticada y reflexiva, en la que convergen su pasión por el cine y su deseo de reinterpretar su legado artístico. Pamela Anderson desnuda