Elena Anaya y el don de las tetas perfectas
Elena Anaya: āNo sĆ© mentir. Me despidieron de una megaproducción de Hollywood por ser honestaā
La actriz es la protagonista de la comedia āMentiras pasajerasā, su primera serie espaƱola
La actriz Elena Anaya, el viernes en las oficinas de SkyShowtime en Madrid.
La actriz Elena Anaya, el viernes en las oficinas de SkyShowtime en Madrid.Samuel SƔnchez
La vida perfecta de LucĆa se desmorona cuando, el mismo dĆa en el que recoge su flamante nuevo coche y estrena puesto de directora general de su empresa, es despedida y acusada de espionaje industrial. Entonces, su vida se transformarĆ” en una lucha por hacer justicia, destapar al verdadero culpable y, al mismo tiempo, mantener las apariencias para que su familia no descubra la verdad. Esta constante huida hacia delante construida sobre mentiras es el hilo conductor de la comedia Mentiras pasajeras, serie producida por Pedro y AgustĆn Almodóvar a travĆ©s ā¦
de El Deseo y que la plataforma SkyShowtime estrena este lunes. Elena Anaya (48 años, Palencia) es su protagonista. No sabe mentir y conoce el precio de la verdad: la despidieron de una superproducción de Hollywood por ser honesta.
Pregunta. ĀæQuĆ© le atrajo de la serie y del personaje de LucĆa?
Respuesta. Me llegaron tres guiones de Nerea Castro [creadora de la serie] y me enamoró completamente por su escritura, por su inteligencia y su manera de retratar una sociedad. Un personaje femenino llevando la acción es muy apetecible, porque cuando somos jóvenes quizĆ”s sea mĆ”s fĆ”cil, pero cuando empiezas a cumplir aƱos, es difĆcil ver a personajes asĆ de mi edad, de 48 aƱos. Es un personaje deseante, en el momento mĆ”s alto de su vida, cumpliendo todos los sueƱos, y se tiene que hacer cargo de una nueva realidad. Todo eso con lo que habĆa soƱado se desmorona. Y sin podĆ©rselo contar al amor de su vida, que es Basilio, que interpreta Hugo Silva. Me parecĆa un personaje que no es divertido en sĆ, pero es muy surrealista y muy loco todo lo que le ocurre a su alrededor.
P. Los personajes se meten en una red de mentiras para mantener las apariencias. ¿Entiende la obsesión que tienen?
R. SĆ, los entiendo y los acompaƱo. Cuando tengo que interpretar un personaje, lo tengo que justificar a muerte, y entiendo lo que hace, lo acompaƱo y no lo juzgo. Me puede provocar quebraderos de cabeza, porque yo soy mĆ”s honesta y prefiero llegar a casa y confesar aunque las consecuencias puedan ser nefastas, pero entiendo muy bien a LucĆa. Ella considera que hay muchas cosas que necesitamos en la vida, ha conseguido hacer check a todas las cosas que, como sociedad, a veces nos cuentan desde pequeƱas: tienes que conseguir un trabajo buenĆsimo, tienes que conseguir tu pareja ideal, tienes que ser madre de familia, tener hijos, una casa bonita, un coche, tener dinero para ser feliz. LucĆa en este viaje va aprendiendo que todas esas necesidades que consideraba propias no lo son, y que, desprendiĆ©ndose de casi todas ellas, encuentra un equilibrio que no habĆa tenido hasta ahora.
P. ĀæUsted quĆ© ha aprendido de LucĆa?
R. Es muy gracioso porque llevo 30 aƱos interpretando a personajes a los que me gustarĆa volver a hacer otra vez, porque no hay ninguno que haya dicho, uff, no. Me han caĆdo bien todos. Pero por LucĆa tengo un especial cariƱo. Hay algo de encontrar el equilibrio que yo siempre busco en mi vida, escucho mucho a gente muy sabia que habla de cómo poco a poco la sociedad nos hace pobres cuando lo que uno quiere es enriquecerse, porque nos embargamos y cada vez queremos conseguir mĆ”s cosas que nos hacen muy esclavos, nos quitan nuestra libertad y nuestra disponibilidad. ĀæCuĆ”nto tienes que trabajar para poder ser libre? ĀæHasta dónde?
P. En la serie tambiĆ©n se habla de la obsesión por la apariencia fĆsica. Su personaje monta un negocio de estĆ©tica clandestino. ĀæUsted se ha sentido alguna vez esclava de la apariencia fĆsica?
R. Soy una persona tremendamente despreocupada. Tiendo a lo contrario que hace normalmente la gente a mi edad, que es cuidarse un poco mĆ”s. He tenido que aprender con dermatólogos a pinchar y a saber en quĆ© consiste este negocio y cómo se hace para que no cante. He aprendido a pinchar, he visto cómo hacĆan tratamientos a otras personas, he estado con cuatro o cinco dermatólogos, querĆa ver quĆ© tipo de intervenciones se hacen. Yo llevo 30 aƱos trabajando, tambiĆ©n me hago mayor y me doy cuenta de que a la gente le apetece ver a gente mĆ”s joven, y solo espero conseguir atravesar el bache este de la edad en la que nadie considera que tienes una edad interesante para contar cosas. Es un tema muy complicado y delicado y que padezco. Yo pido que no se retoquen las fotos, me gusta que se ruede sin filtros⦠¿Por quĆ© a una actriz le tienes que poner un filtro para intentar disimular el paso del tiempo y a un actor no? Tengo 48 aƱos, dejĆ”dmelos. OjalĆ” pueda contar con los rasgos de mi cara muchos aƱos mĆ”s lo que supone hacerse mayor. A mĆ me estĆ”n pasando cosas mucho mĆ”s interesantes a los 48 que a los 35 y que a los 20.




P. ĀæNota que le llegan menos propuestas?
R. EmpecĆ© con 19 aƱos y me he dado cuenta de que este ha sido el primer verano en 30 aƱos que he tenido dos meses libres. TambiĆ©n yo he parado de manera voluntaria en dos momentos puntuales por un tema personal, y lo he decidido muy mayor porque querĆa que fuese asĆ. No querĆa ser mamĆ” y dejar que a mis hijos los cuidase otra persona. Pero estoy de vuelta, Ā”estoy de vuelta! SĆ, he notado que es una edad complicada para recibir proyectos. Tengo muchas ganas de trabajar, pero bueno, llegarĆ”n. Pero yo en 30 aƱos no he parado, otros compaƱeros han tenido muchos mĆ”s parones y muchos no han hecho mĆ”s cosas. Es un oficio tremendamente injusto donde solo el 4% de los actores puede vivir de la actuación.
P. En su carrera ha hecho mucho mÔs drama que comedia. ¿Cómo se ha sentido en la comedia?
R. SĆ. Pero mi segunda pelĆcula fue una comedia, Familia, de Fernando León de Aranoa, y me sentĆ muy cómoda. Es mĆ”s difĆcil. Me resulta mĆ”s difĆcil por el ritmo, por lo fino que tienes que hilar, y la dirección tiene que ser impecable, porque la alta comedia es un equilibrio muy delicado, no puede caer ni una ficha, porque todo es tan surrealista, que tiene que estar arriba. Cuando empecĆ© a ensayar con FĆ©lix Sabroso y con Marta Font [directores de la serie], FĆ©lix volvĆa a una pelĆcula de Pedro [Almodóvar], Mujeres al borde de un ataque de nervios, donde Carmen Maura no estĆ” en registro de comedia y todos los demĆ”s sĆ lo estĆ”n. A ella le cae el diluvio encima, estĆ” a punto de caĆ©rsele el mundo encima todo el rato, estĆ” llorando todo el rato, hecha polvo, y querĆa que fuĆ©semos por ahĆ. Los demĆ”s personajes sĆ estĆ”n mĆ”s en comedia. Yo me he sentido muy cómoda, habĆa tenido mucho tiempo para leer los guiones. Esther [GarcĆa, productora de la serie] me ofreció este proyecto cuando estaba embarazada de mi segunda hija y me dijo que me esperarĆa el tiempo que hiciese falta y se lo agradecerĆ© siempre porque no es lo normal. Y tuve mucha relación con Nerea Castro antes de empezar a rodar, trabajamos mucho antes de que se incorporasen los directores.
P. En cuanto al hecho de mentir⦠¿es de utilizar mentiras, aunque sean piadosas? ¿O prefiere ir con la verdad por delante?
R. Soy un desastre. Cuando era pequeƱa y hacĆamos alguna trastada con mis amigos, me decĆan, āElena, tĆŗ, noā. Y siempre terminaba abriendo la boca y fastidiĆ”ndola. Pues eso se mantiene, tengo 48 aƱos y sigo mintiendo fatal. He tenido que mentir alguna vez porque me han obligado. En mi primer casting me dijo mi representante: miente, como una bellaca. Tienes 19 aƱos, pero si tienes mĆ”s de 16, no me dejan que hagas el casting. Yo les he dicho que tienes 15. El director me preguntó mi edad, me dijo: no me mientas, porque han venido aquĆ 300 chicas y ya tengo un detector de mentiras que se me enciende una luz roja y te vas, no haces la prueba. Y dije, 15. Y vi que no salĆa ninguna luz roja y dije, bueno, vamos a empezar. Y esa mentira fue horrible porque se la tragó, me dieron el papel protagonista. Me dijeron que quiĆ©n iba a venir de mi familia para firmar el contrato, si mi padre o mi madre. Pero yo no era menor. Yo estaba en Madrid estudiando en la RESAD, viviendo con dos chicos franceses. Me tuve que descubrir y Ć©l me dijo que lo iba a hacer, pero que tenĆa que mantener la mentira todo el rodaje. Tuve que mentir dos meses. Me vino muy bien porque mi personaje mentĆa toda la peli. SalĆ tan arrepentida de esa experiencia que ahora voy por delante con: āHola, tengo 48 aƱosā. Y de hecho te lo he repetido varias veces en la entrevista.
P. ¿Cómo elige sus proyectos? ¿Con el tiempo ha cambiado en qué se fija para ello?
R. Yo rechacĆ© mi segunda peli. No tenĆa un duro: tenĆa 19 aƱos, estaba buscando trabajo de lo que fuese y me llamaron para hacer una pelĆcula, pero no me sentĆa a gusto, algo hubo en mĆ que dije, āĀ”uf!, no me estoy sintiendo bien con este personaje, con esta dirección, no sĆ© hacia dónde quieren irā¦, no lo voy a hacerā. Y dije que no, ademĆ”s era en otra ciudad, y me fui de las oficinas, y dije, Ā”guau!
P. Adiós, carrera.
R. Adiós, carrera. Recuerdo perfectamente que dije, no me van a volver a llamar. Y por dejar esa peli, a las tres semanas, Fernando León de Aranoa me estaba buscando, y no me encontraba porque me habĆa regalado un móvil mi representante, y yo nunca lo usaba, y mi representante me sacó de una clase de acrobacia para ir a hacer un casting de Familia. No se acabó mi carrera, sino que hice esa pelĆcula que fue una ayuda para que luego me llamasen Julio Medem, Almodóvarā¦
P. ĀæAlguna vez se ha arrepentido de un sĆ o un no que haya dado a un proyecto?
R. [Piensa] SĆ, pero he intentado salir con la mĆ”xima dignidad posible. Soy muy peleona, me he peleado mucho con gente porque he dicho, āesto no es lo que habĆamos hablado, este no es el guion que habĆamos firmado, mi personaje tiene que hacer esto y a mĆ no me parece bien, entonces tienes que cambiarloā. En ese momento, el equipo de productores dice, ātienes razón, Āæcómo podemos hacer para que estĆ©s contenta?ā. Me pasó en SudĆ”frica, estĆ”bamos rodando a 50 grados, me dieron los nuevos guiones, los leĆ y dije, āesto no esā. Cambiaron porque querĆan algo mĆ”s comercial. ĀæY los valores, y la Ć©tica, y lo que le queremos contar al mundo, que era una epidemia global antes de que ocurriese? Y todos se callan, hay un minuto de silencio donde dices, uffff. O, bueno, me pasó en Hollywood una vez en una megaproducción: el director me pidió ser sĆŗper honesta en la lectura de guion con todo el equipo artĆstico y los productores, 100 personas en una sala. Yo dije lo que pensaba. Era un guion que no hacĆan mĆ”s que reescribir, y cada vez era peor. Dije lo que sentĆa que tenĆa que decir y me despidieron. Me despidieron. Me pidieron sinceridad y, como te he dicho al principio de esta entrevista, no sĆ© mentir. Los demĆ”s se callaron, pero la pelĆcula fue un fracaso absoluto, asĆ que no me arrepiento.
P. De esa que se libró.
R. Me librĆ©, me librĆ©. ConocĆa ya a gente del equipo, y me dijeron que quĆ© lista habĆa sido. Pero yo lo pasĆ© fatal, llorĆ© tres dĆas seguidos porque dije, ostras, quĆ© precio se paga por ser honesta⦠Luego la historia acabó bien por otro aspecto, porque en Estados Unidos, si te expulsan asĆ, te pagan toda la pelĆcula para que no los denuncies por despido improcedente.
P. Ćltimamente, estĆ” haciendo mĆ”s series que pelĆculas. ĀæLlegan mĆ”s ofertas de la televisión que del cine?
R. SĆ, el aƱo pasado hice Fatum, y despuĆ©s Mentiras pasajeras, y despuĆ©s de esta serie ha llegado a otra serie, y antes de eso, he rodado una serie con Brendan Fraser en SudĆ”frica y otra con Richard Gere en Londres, y otra independiente en CanadÔ⦠El Ćŗltimo proyecto que he hecho para Disney lo ha dirigido Clara Roquet, que acaba de ganar un Goya por Libertad y que ha dirigido los seis capĆtulos [la serie Las largas sombras]. Siento la misma responsabilidad, que es enorme, por hacer una pelĆcula con Woody Allen o una serie con FĆ©lix Sabroso o Marta Font. Son mis directores y la responsabilidad es mĆ”xima, lo tienes que hacer muy bien. No hay opción de ninguna tonterĆa, tienes que ir y darlo todo, como si fuese el Ćŗltimo trabajo que hagas en tu vida.
