Análisis escéptico de ROG Xbox Ally: la ilusión pasajera de una Xbox portátil que no lo es

La industria del videojuego vive de ciclos de entusiasmo. Cada cierto tiempo, surge un nuevo fetiche tecnológico que promete reinventar la experiencia lúdica para acabar, meses después, en un cajón o en la lista de dispositivos “que iban a cambiarlo todo”. La ROG Xbox Ally, presentada como la gran apuesta híbrida entre ASUS y Microsoft, parece destinada a ocupar precisamente ese espacio: el de la promesa efímera.

Desde su anuncio, la campaña insistía en un mensaje tan rotundo como engañoso: “Esto es una Xbox”. Una frase que pretendía disolver los límites entre consola, PC y marca para ofrecer una ilusión de pertenencia al ecosistema Xbox. Pero tras unas semanas de uso, la conclusión resulta inevitable: la ROG Xbox Ally es, ante todo, un ordenador disfrazado de portátil de videojuegos, una portátil que quiere ser consola sin llegar a serlo, y que tampoco encuentra su razón de ser en un mercado que ya ha pasado por esa fiebre.

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Una sensación de déjà vu

Sostener la ROG Xbox Ally no produce la familiaridad de una consola de sobremesa ni la elegancia de un dispositivo premium. Los materiales transmiten corrección industrial, no pasión por el diseño. Los botones cumplen, los gatillos responden, pero todo parece más heredado que inventado. Se siente, en definitiva, como otro experimento más de ASUS, no como un eslabón genuino de Xbox.

Y quizá ahí reside su primer problema: esta alianza tecnológica no aporta nada verdaderamente nuevo. No hay aquí una revolución en la forma de jugar, sólo un intento de trasladar a un formato portátil lo que ya existe en PC o en la nube. La ergonomía se agradece, sí, pero hasta eso resulta un paliativo, no una virtud.

El espejismo técnico

Su pantalla de 7 pulgadas, con 120 Hz y un brillo generoso, es tal vez su mejor argumento. Pero en una época en que los móviles ofrecen paneles equivalentes o superiores, su supuesto “asombro técnico” no impresiona a nadie que haya tenido en las manos un smartphone de gama alta. Lo que antaño habría sido innovación, hoy suena a estándar tardío.

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El interior, armado con componentes AMD competentes, logra mover casi todo lo que le pongas delante, aunque a costa de calor, ruido y batería efímera. Dos horas de juego con títulos moderados, una hora y media si se trata de algo exigente. No hay épica en esa autonomía, sólo resignación.

Ni consola ni portátil: un portátil sin identidad

El gran problema estructural de la ROG Xbox Ally es su indefinición. Corre con Windows 11, lo que implica que no es realmente una consola, sino un PC comprimido. La interfaz de Xbox, los accesos directos, el marketing verde y las frases altisonantes sólo sirven de barniz sobre lo que en realidad es un microordenador de gaming.

Y eso no tendría nada de malo si no se pretendiese vender como “una nueva experiencia Xbox”. Porque la experiencia, en realidad, es la misma de siempre, solo que más incómoda y más cara. Las portátiles basadas en Windows acumulan desde hace años el mismo patrón: promesas de libertad, frustración de interfaz, errores menores, cuelgues, lentitud en los menús. Y aunque los parches lleguen, la sensación de improvisación persiste.

La falsa promesa del juego en la nube

El argumento del cloud gaming se ha convertido en la muletilla preferida de los fabricantes para justificar dispositivos sin alma. “Puedes continuar tu partida en cualquier lugar”, repiten, sin recordar que esa frase lleva años pronunciándose sin convencer a nadie. Jugar en la nube sigue dependiendo de una conexión impecable y de una fe ciega en los servidores. Lo que en teoría debía ser libertad, en la práctica es dependencia.

Un síntoma de la pérdida de rumbo

Más que un producto sólido, la ROG Xbox Ally parece el síntoma visible de la confusión que atraviesa Xbox. En lugar de consolidar su identidad de consola, la marca se diluye en dispositivos experimentales, suscripciones y alianzas con terceros que solo confunden al consumidor. En ese intento por “estar en todas partes”, corre el riesgo de no estar en ninguna.

Y es que el formato híbrido ya no sorprende: Steam Deck, Lenovo Legion Go, Ayaneo… la saturación es total. El público que realmente desea potencia optará por un PC; quien busca inmediatez, por una consola de sobremesa; y quien quiere portabilidad, por una Nintendo Switch o un móvil. La ROG Xbox Ally se queda en tierra de nadie.

Epílogo de una moda pasajera

A corto plazo, este tipo de máquinas puede despertar curiosidad. A largo plazo, su destino será el olvido. No hay nada aquí que no existiese ya, nada que cambie las reglas, ni siquiera algo que justifique su precio.

Las consolas portátiles con alma de PC se han convertido en el nuevo capricho tecnológico: una moda cíclica que reaparece cada vez que la industria necesita distraer al público del verdadero problema —la falta de innovación conceptual en los videojuegos—.

La ROG Xbox Ally, vendida como “una Xbox que no necesita serlo”, terminará siendo lo que siempre fue: una Xbox que no lo es, una portátil que no convence, un símbolo más del extravío de una marca que ya no parece saber qué significa realmente jugar.

ASÍ LA PRESENTAMOS…

Se filtra la Xbox portatil de ASUS

La portátil de Xbox con ASUS se deja ver en sus primeras imágenes filtradas: es una ROG Ally 2 tuneada y más potente
Su presentación apunta a producirse este mismo mes

El que Microsoft tenga entre sus planes crear su propia consola portátil es algo que no nos pilla por sorpresa. Phil Spencer ya dejó caer hace unos cuantos meses que una de las principales metas de la compañía era la de tener su propia máquina con tal de adentrarse en este mercado. Aun así, los de Redmond han guardado con mucho secreto todo lo que tiene que ver con este asunto, pero eso no ha impedido que se hayan filtrado algunos detalles muy interesantes.

1366_2000-1-1024x688 Análisis escéptico de ROG Xbox Ally: la ilusión pasajera de una Xbox portátil que no lo es

Como cuentan desde Windows Central, recientemente se ha producido una filtración que proviene de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos), lo que nos ha permitido conocer la existencia de una consola portátil en colaboración entre Xbox y ASUS. Esta responde al nombre en clave de Project Kennan, muy similar a la ASUS ROG Ally 2, mostrando que existirán dos modelos diferentes.

Uno de ellos destaca en especial porque incorpora un botón con la icónica «X» de Xbox. En este caso en concreto, estamos ante un modelo de color negro idéntico a la ASUS ROG Ally 2 de color blanco. La única diferencia que existe entre ambas, más allá de su carcasa, es este botón en cuestión que figura encima de la cruceta, aunque solo se ve de color negro, pero se distingue perfectamente el dibujo.

Además, las imágenes han venido acompañadas por otra serie de características sobre cómo será esta consola portátil por dentro y por fuera. Por ejemplo, contará con una pantalla LCD de 7 pulgadas a 120 Hz y también incorporará un procesador AMD Ryzen Z2 Extreme de 8 núcleos en el caso de la edición de Xbox. Además, se dice que ejecutaría Windows 11 como sistema operativo.

Por otro lado, la máquina no sería capaz de ejecutar todos los juegos que tenga cada uno en su biblioteca de Xbox One o Xbox Series, ya que sería algo que solo ocurrirá en la futura consola portátil de Microsoft que, si todo marcha según lo planeado, saldrá a la venta en 2027. Aun así, la ASUS ROG Ally de Xbox sí permitiría jugar a todos los productos que se encuentren en Microsoft Store y otras tiendas digitales, como Steam o Epic Games Store.

Las cinco claves para el éxito de la consola portátil de Xbox «Keenan»

La competencia en el sector de las consolas portátiles se presenta feroz, pero confiamos en que Xbox tomará las decisiones acertadas para no defraudar a su comunidad con este ambicioso nuevo hardware.

Una posible revolución en el ecosistema de Xbox

Uno de los rumores más impactantes de la semana sugiere que Microsoft podría estar trabajando en una consola portátil bajo el sello de Xbox. Hasta el momento, ni la compañía ni su máximo responsable, Phil Spencer, han confirmado oficialmente esta información, pero la expectación generada es innegable.

Esperamos que este proyecto no sea una mera ilusión efímera, pues el entusiasmo entre los jugadores de Xbox ha alcanzado niveles extraordinarios. La posibilidad de contar con un dispositivo innovador que complemente la oferta existente, especialmente en torno al servicio Xbox Game Pass, resulta sumamente atractiva.

Cinco pilares esenciales para el éxito de la Xbox portátil

En un momento en el que la exclusividad de la plataforma parece debilitada, con rumores sobre la llegada de títulos como Forza Horizon 5 a sistemas ajenos a Xbox, el lanzamiento de una consola portátil podría convertirse en un movimiento estratégico determinante. Filtraciones de figuras como Jez Corden han avivado aún más la especulación en torno a este dispositivo.

No obstante, más allá de la emoción que suscita este rumor, Microsoft deberá tomar decisiones acertadas para garantizar su éxito. Estas son, a nuestro juicio, las cinco claves fundamentales para que la Xbox portátil se consolide en el mercado:

  1. Rendimiento y autonomía: El dispositivo deberá ofrecer una potencia gráfica y de procesamiento capaz de ejecutar títulos exigentes sin comprometer la duración de la batería. El equilibrio entre rendimiento y autonomía será determinante para brindar una experiencia de juego óptima.
  2. Catálogo y Xbox Game Pass: Integrar plenamente el servicio Xbox Game Pass dotaría a la consola de un valor diferencial, permitiendo a los jugadores acceder a un amplio catálogo en cualquier lugar. Asimismo, es crucial que el hardware reciba versiones optimizadas de los juegos más relevantes del ecosistema Xbox.
  3. Diseño y portabilidad: Un diseño ergonómico, ligero y funcional será clave para competir en el segmento de consolas portátiles. Casos como el de la Nintendo Switch han demostrado la importancia de una estructura cómoda y versátil, adaptada a largas sesiones de juego.
  4. Juego en la nube e integración: La compatibilidad con el juego en la nube debería ser una característica esencial, permitiendo a los usuarios disfrutar de su biblioteca sin necesidad de descargar títulos. Asimismo, la integración con plataformas como Steam o Epic Games Store ampliaría exponencialmente las posibilidades del catálogo.
  5. Precio competitivo: Un coste accesible y ajustado a las prestaciones del dispositivo será fundamental para atraer a una amplia base de jugadores y competir con propuestas como la Nintendo Switch, la Steam Deck y futuros dispositivos portátiles.

En definitiva, el éxito de la Xbox portátil dependerá de una combinación equilibrada entre potencia, catálogo, diseño, integración tecnológica y un precio atractivo. Si Microsoft logra consolidar estos pilares, la llegada de este dispositivo podría marcar un hito en la evolución del ecosistema Xbox.

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