Ver Gratis ELYSIA, EL VALLE DE LOS DESNUDOS (1933) | Primer film nudista de la historia

Ver Gratis ELYSIA, EL VALLE DE LOS DESNUDOS (1933) | Primer film nudista de la historia
la primera y Ćŗnica autĆ©ntica producciĆ³n americana hecha en un campo nudistaā, y aclarĆ³ que le exhibiciĆ³n era āprohibida para menores y habĆa sido āaprobada por la Censuraā.
TambiĆ©n ese dĆa, en un publirreportaje, se indicĆ³ que āSan JosĆ© se estremecerĆ” con el acontecimiento super brutal del sigloā: el estreno de Elysia, āpelĆcula tomada en una coloniaā¦ donde todos los hombres y mujeres viven como vinieron al mundo, en toda su casta desnudezā.
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Casta
Al dĆa siguiente, en otro publirreportaje, Elysia fue definida como āhermosĆsima joya que presenta al mundo las costumbres, la vida y la salud que se respira en los campos donde las gentes habitan en contacto con la Naturaleza, despojados completamente de ropasā.
En previsiĆ³n de posibles crĆticas de tipo moral, se indicĆ³ que āla pelĆcula estĆ” hecha en una forma tan primorosa, que no hay un solo pasaje que pueda avergonzar a las mujeres, de manera que podemos asegurarā¦ que se trata de una pelĆcula queā¦ es verdaderamente hermosa, llena de bellezas, y casta y pura como castos y puros son los desnudos completos y unĆ”nimes del cuerpo humanoā.
Para no dejar dudas de su carĆ”cter artĆstico, Elysia fue asociada con la āresurrecciĆ³n de todo el arte griego, de laā¦ lĆnea fuerte que fue el asiento de toda la cultura clĆ”sica. Hermosas nudistas, campos que semejan los paraĆsos terrenales, luz, sol y aireā. AsĆ, la pelĆcula demostraba āque nuestra civilizaciĆ³n habrĆa dado una generaciĆ³n mĆ”s fuerte si los hombres viviesen en contacto con la Naturaleza y con el aire y el sol, que tĆ³nico vivificanteā.
Expuesto lo anterior, la empresa Urbini aclarĆ³ que cumplĆa ācon su deber al anunciar a todo el mundo que las localidades se estĆ”n agotando y que hay que retirar con tiempo sus entradasā.
Iglesia

Ese mismo miĆ©rcoles 8 de agosto, el arzobispo Rafael OtĆ³n Castro, otras autoridades eclesiĆ”sticas y 29 sacerdotes, se pronunciaron en contra de la exhibiciĆ³n de Elysia, a la que calificaron de criminal āporque tiende a corromper a la sociedad sedienta de emociones, a dar pĆ”bulo a los viciosos que no se sacian nunca de sensualidad, pisoteando asĆ la moral cristianaā.
Desde la perspectiva del clero, los propagandistas de Elysia, ācon tal de hacer un negocio monetario quieren convencer a la sociedad de la bondad y ventajas del nudismo condenado absolutamente por la Iglesia, maestra de la verdadā.
Luego de recurrir a algunas citas de la Biblia para respaldar su posiciĆ³n, los eclesiĆ”sticos indicaron: āel nudismo ha sido combatido por destacadĆsimos jefes de grandes pueblos en estos momentos de agitaciĆ³n mundial, como Mussolini y Hitlerā.
El pronunciamiento del clero finalizĆ³ con una advertencia: āningĆŗn catĆ³lico de conciencia recta debe asistir a los teatros con el fin de ver la citada pelĆculaā. De hacerlo, ātodas las personas de ambos sexos y de cualquier edad, que estĆ©n en asociaciones piadosas o caritativas de la Iglesia, serĆ”n expulsadas inmediatamente de su senoā¦ exponiĆ©ndose tambiĆ©n a las graves penas espirituales que sea crean necesarias u oportunas para la enmienda y la reparaciĆ³n del escĆ”ndaloā.
Nuncio
A la protesta contra Elysia, se uniĆ³ el Nuncio ApostĆ³lico, Carlos Chiarlo, quien ese mismo 8 de agosto enviĆ³ al regente de la LegaciĆ³n de Italia una nota en la que atacĆ³ directamente a Urbini: āhe tenido conocimiento de que un connacional proyecta exhibir pĆŗblicamente una inmoral pelĆcula nudistaā.
Inmediatamente aƱadiĆ³: ācomo nuncio y obispo, lloro; como italiano me avergĆ¼enzo ante tal enormidad que se hace olvidando o despreciando las direcciones de moralidad del gran Duce Mussoliniā. Finalmente, Chiarlo solicitĆ³ al regente que se dignara ātomar nota de esta protesta hecha con toda la energĆa de mi almaā.
De manera simultĆ”nea con el pronunciamiento del clero y la queja del Nuncio, el Ministerio de GobernaciĆ³n procediĆ³, a raĆz de una denuncia, a retirar los carteles de hombres y mujeres desnudos colocados āen los puntos mĆ”s concurridos de la ciudadā.

Algunos de esos carteles fueron exhibidos en un local comercial ubicado en frente del propio Ministerio de EducaciĆ³n. AllĆ fueron vistos por unos niƱos, mientras unos adultos hacĆan comentarios inapropiados. Un padre de familia y maestro, al percatarse de lo que sucedĆa, denunciĆ³ lo ocurrido ante una de las autoridades educativas y le preguntĆ³ quĆ© iba a hacer el ministro (Teodoro Picado) ante āesa escuela de corrupciĆ³nā.
ProhibiciĆ³n
TodavĆa el 8 de agosto la exhibiciĆ³n de Elysia seguĆa en pie. De hecho, una delegaciĆ³n de funcionarios del Ministerio de GobernaciĆ³n fue a ver la pelĆcula ese dĆa e āinformaron al seƱor ministro acerca de ella y se convino en que aun cuando la pelĆcula bien puede exhibirse para adultos, la propaganda en las callesā¦ es inconvenienteā.
El jueves 9, en horas de la noche, Mario Urbini recibiĆ³ un telegrama de Santos LeĆ³n Herrera, ministro de GobernaciĆ³n, en el que le indicaba: āEjecutivo se encuentra con que exhibiciĆ³n de la pelĆcula ELYSIA, cae bajo la sanciĆ³n del CĆ³digo Penal, y no puede permitirla. Eso serĆa suficiente, sin agregar que no nos puede ser indiferente protestas que han surgido de distintos sectores de la opiniĆ³n pĆŗblica. No debe, pues, exhibirse esa pelĆculaā.
Ricardo JimĆ©nez, entonces en su tercera administraciĆ³n presidencial (1932-1936), declarĆ³ el viernes 10 que el cine no era arte, sino āla realidad misma en acciĆ³nā; y razonĆ³ que asĆ como no se podĆa permitir a hombres y mujeres andar desnudos por las calles de San JosĆ©, aunque sus cerebros abundaran en buenos pensamientos, tampoco era aceptable que los actores se mostraran sin ropa en la gran pantalla.
JimĆ©nez indicĆ³ tambiĆ©n que debĆa respetar lo dispuesto en la ConstituciĆ³n acerca de que la religiĆ³n del Estado era la catĆ³lica, y que aunque Elysia no fuera inmoral, su exhibiciĆ³n podrĆa abrir la puerta a āotras pelĆculas indecentes que darĆ”n mucho dinero a los agentes de pelĆculas, pero que contribuirĆ”n a destruir la moralidad de la sociedad de Costa Ricaā.
Al responder a las crĆticas, Urbini afirmĆ³ que su empresa programĆ³ la exhibiciĆ³n de Elysia porque fue aprobada por unanimidad por las autoridades competentes. AdemĆ”s, aclarĆ³: ācomo se pudiera creer que la Empresa Urbini ha tratado de saltar los lĆmites de la moral hasta hacer que monseƱor Chiarlo llore como nuncio y se avergĆ¼ence como italiano, manifestamos que Elysia ha sido exhibida en los siguientes paĆses: Italia ā EspaƱa ā BĆ©lgica ā Francia- MĆ©xicoā.
Elysia

Dirigida por Brian Foy (1896-1977), Elysia fue filmada como si fuera un documental: su trama se centra en un periodista interesado en escribir un artĆculo sobre una colonia nudista, que es dirigida por un mĆ©dico.
SegĆŗn lo indica el etnĆ³logo Orvar Lƶfgren, en la dĆ©cada de 1920 el nudismo atrajo la atenciĆ³n de ciertos sectores europeos y estadounidenses, quienes consideraban que la luz solar era la cura para todo. Tal movimiento dio origen en Estados Unidos a la American Sunbathing Association, cuya plaza fuerte era āThe Sunshine Parkā, en Nueva Jersey.
Debido a las sospechas y a la curiosidad que las colonias nudistas despertaron, en 1933 se filmĆ³ Elysia como una pelĆcula informativa y promocional de ese nuevo culto al sol, que contribuyĆ³ al ascenso de la industria asociada con los paseos a la playa y el bronceado del cuerpo.
En Costa Rica, el escĆ”ndalo provocado por Elysia se desvaneciĆ³ pronto, a medida que la prensa se ocupaba de la gran huelga bananera de agosto-septiembre de 1934. Los costarricenses que entonces no pudieron ver esa pelĆcula, pueden verla ahora, gratis, en Internet.