El misterio del Ran: la desaparición del explorador de hielo en las entrañas ocultas de la Antártida

En los confines más remotos del planeta, donde el silencio es absoluto y el hielo guarda secretos milenarios, un intrépido explorador mecánico llamado Ran se adentró en la oscuridad para alumbrar lo desconocido… y jamás regresó.

A comienzos de 2024, este submarino autónomo de seis metros de largo, desplegado por la International Thwaites Glacier Collaboration, desapareció sin dejar rastro bajo la plataforma de hielo Dotson, en la Antártida Occidental. Su misión: cartografiar la cara oculta del hielo antártico, allí donde ningún ojo humano había llegado jamás. Lo último que nos legó fueron imágenes de estructuras bajo el hielo tan extrañas como inesperadas: formas en lágrima, mesetas heladas, patrones de erosión imposibles de explicar con los modelos actuales. Y luego, el silencio.

La profesora Anna Wåhlin, física oceanográfica de la Universidad de Gotemburgo y líder del proyecto, comparó la experiencia con mirar por primera vez el lado oculto de la Luna. Ran, como un pequeño Prometeo robando conocimiento a la naturaleza más inhóspita, ofreció 130 kilómetros cuadrados de mapas de altísima resolución del hielo subglacial. Una proeza científica. Una odisea marina bajo la cúpula helada.

Y sin embargo, su desaparición deja más preguntas que respuestas. El entorno extremo impide cualquier forma de comunicación en tiempo real. Sin GPS ni seguimiento posible, el Ran navegaba a ciegas, con la fría intuición de su ingeniería. En su retorno a las misiones en 2024, tras más de una decena de viajes exitosos en 2022, simplemente… no volvió. ¿Encalló en una grieta? ¿Falló algún sistema? ¿Fue devorado por una fuerza desconocida? Todo son conjeturas. El hecho es que no alcanzó su punto de encuentro. No se hallaron restos. No hubo despedida.

Más allá del misterio técnico o del valor simbólico, lo inquietante es lo que Ran dejó ver: que nuestros modelos sobre la fusión glaciar, que nuestras certezas climáticas, que nuestras predicciones científicas… podrían estar profundamente equivocadas. El Ran reveló una arquitectura glacial profundamente más compleja de lo que jamás imaginamos. Y luego, como un explorador que se funde con el mito, se desvaneció.

La ciencia, como el arte, también tiene mártires. Ran es ahora uno de ellos. Su pérdida es también una metáfora: en el corazón de la Tierra, aún hay oscuridades que no entendemos y estructuras que nos susurran que no todo está dicho.

Ahora, los científicos sueñan con un heredero. Otro submarino. Otro viajero de las profundidades. Porque comprender el deshielo no es un capricho científico, es una urgencia planetaria. Y tal vez, en lo profundo de ese abismo helado donde Ran se esfumó, esté la clave de nuestro porvenir.

Preguntar a ChatGPT

Puede que te hayas perdido esta película gratuita