El gran apagón de 2025: una sacudida energética y moral para la España contemporánea

El gran apagón de 2025: una sacudida energética y moral para la España contemporánea

El 28 de abril de 2025, la península ibérica se vio sumida en una penumbra eléctrica de proporciones inéditas. Un apagón generalizado afectó a casi todo el territorio español, interrumpiendo abruptamente el pulso cotidiano del país. Este acontecimiento, más allá de sus implicaciones materiales, se erige como una poderosa invitación a reflexionar sobre la fragilidad de nuestras infraestructuras críticas y la sorprendente entereza cívica de la sociedad española ante lo imprevisto.

Causas del colapso: entre la modernidad técnica y la vulnerabilidad estructural

Las indagaciones preliminares señalan una conjunción de elementos técnicos y estructurales como desencadenantes del incidente. En primer lugar, se evidencia la persistente condición de “isla energética” de la península ibérica, una realidad marcada por una débil interconexión con las redes eléctricas del resto del continente europeo, lo que limita severamente las posibilidades de compensación ante crisis sobrevenidas. A esta circunstancia se suma la creciente presencia de energías renovables de carácter intermitente —como la solar y la eólica— cuyas oscilaciones en voltaje y frecuencia, sin mecanismos robustos de almacenamiento y estabilización, pueden precipitar desajustes sistémicos.

frank-horvat-new-york-city El gran apagón de 2025: una sacudida energética y moral para la España contemporánea

En este contexto, Red Eléctrica de España (REE), responsable de la operación del sistema, ha descartado en sus primeras declaraciones que el apagón obedeciera a fallos humanos o ciberataques. No obstante, la Audiencia Nacional ha abierto diligencias para investigar un posible sabotaje, y el Gobierno, por su parte, mantiene abiertas todas las hipótesis, incluida la posibilidad de una agresión digital, aunque por ahora sin evidencias concluyentes. La falta de una narrativa clara no ha hecho sino avivar las suspicacias.

Ciudadanía en la sombra: un comportamiento ejemplar

Paradójicamente, uno de los aspectos más luminosos de aquella jornada de oscuridad fue la actitud de la población. Lejos del caos que suelen retratar los relatos distópicos, los ciudadanos respondieron con serenidad y sentido común. Radios de transistores, velas compartidas entre vecinos y una espontánea red de solidaridad barrial demostraron una madurez cívica inusual en tiempos de incertidumbre. La ausencia de incidentes graves subraya la capacidad colectiva de adaptación y la resistencia emocional de una ciudadanía que, incluso en la penumbra, supo mantenerse firme.

Impacto económico: luces largas sobre el futuro energético

Las estimaciones iniciales sitúan el coste económico directo del apagón entre 900 y 1.500 millones de euros, una cifra que representa una merma del PIB nacional de entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales. Sin embargo, los efectos más perniciosos podrían manifestarse a medio y largo plazo. El suceso ha reabierto el debate en torno al cierre programado de las centrales nucleares, previsto entre 2027 y 2035. De acuerdo con un estudio de PwC, este proceso, de no ir acompañado por un refuerzo estructural de las fuentes renovables y sus sistemas de respaldo, podría derivar en un incremento del 23 % en el recibo eléctrico doméstico y de hasta un 35 % para el sector industrial, encareciendo indirectamente numerosos productos y servicios dependientes del suministro eléctrico.

garbage-burning-2060x1236-1-1024x614 El gran apagón de 2025: una sacudida energética y moral para la España contemporánea

Red Eléctrica y el poder: entre la gestión técnica y la sospecha política

La gestión del incidente por parte de Red Eléctrica de España ha despertado un creciente escrutinio público. Presidida por Beatriz Corredor —exministra socialista de Vivienda y Política Territorial— y participada mayoritariamente por el Estado, REE representa la intersección entre la técnica y la política. Esta dualidad, lejos de ofrecer garantías adicionales, ha encendido las alarmas en sectores críticos que denuncian una excesiva proximidad entre la operadora y el poder ejecutivo. La opacidad en las explicaciones ofrecidas hasta ahora ha contribuido a alimentar sospechas de negligencia, o incluso de encubrimiento, en torno a los orígenes reales del fallo masivo.

La necesidad de establecer una auditoría independiente que esclarezca lo ocurrido se impone con urgencia, no sólo para depurar responsabilidades, sino también para restituir la confianza ciudadana en un sistema que, por su naturaleza vital, no puede permitirse fisuras ni ambigüedades.

Epílogo energético: de la catarsis a la planificación

El gran apagón de 2025 ha sido una dolorosa advertencia: el sistema energético español, en su actual configuración, no está preparado para soportar tensiones de gran envergadura sin comprometer su integridad. La urgencia de reforzar las interconexiones con Europa, invertir decididamente en tecnologías de almacenamiento energético y revisar con serenidad, pero sin complacencia, la hoja de ruta para el abandono de la energía nuclear se impone como tarea de Estado.

La transición energética, si ha de ser verdaderamente justa y sostenible, no puede cimentarse únicamente sobre postulados ideológicos o compromisos climáticos, por loables que sean, sino sobre la firmeza técnica, la previsión estratégica y, sobre todo, el compromiso con el bienestar de la ciudadanía. Sólo así podremos garantizar un porvenir energético estable, seguro y equitativo.

Puede que te hayas perdido esta película gratuita