Idiomas para idiotas: el ‘sold out’ de las neuronas en el nuevo periodismo juvenil
Idiomas para idiotas: el ‘sold out’ de las neuronas en el nuevo periodismo juvenil
Hay una especie en expansión dentro del ecosistema periodístico español: el jóven redactor de portal cultural molón, criatura híbrida entre becario eterno y community manager, que encuentra en el inglés no una lengua de comunicación, sino un disfraz de superioridad estética. Su plumaje reluce con anglicismos prestados, hashtags innecesarios y títulos que parecen salidos de una plantilla de clickbait emocional de TikTok. Y es así como llegamos a uno de los ejemplos más reveladores del idiota contemporáneo con acceso a CMS: el titular de HobbyConsolas que reza —y uno ya escucha la voz nasal del autor mientras lo lee—:
«La Velada del Año 5 se queda a las puertas del ‘sold out’ en sus primeros días y todavía quedan entradas a la venta, pese a que se espera lleno absoluto».
Hagamos una pausa. Respiremos hondo. Sintamos cómo la lengua de Cervantes se arquea de dolor como una hoja seca bajo el zapato de un modernito. ¿»Sold out»? ¿De verdad? ¿No tenemos en castellano una expresión directa, clara, sonora y gloriosa como «entradas agotadas»? ¿Tan pobres nos hemos vuelto en autoestima que necesitamos barnizar nuestro idioma con el equivalente léxico de un tatuaje mal hecho?
Porque lo de menos es el anglicismo. Lo trágico es lo que simboliza. El uso de «sold out» no responde a un afán de precisión técnica, sino a una triste y pegajosa necesidad de parecer cool, internacional, conectado con la Matrix de lo viral. Esta gente no escribe para informar; escribe para encajar. Y el inglés, como los logos de Supreme o las frases de Paulo Coelho en Instagram, se convierte en un tatuaje de pertenencia. Porque claro, “agotado” suena a boletín de parroquia, a función del colegio. Pero “sold out”… ah, eso ya tiene sabor a Coachella.
La ironía como un puñetazo en la frente
Esta jerga de streamer con diploma la usan porque creen que así hablan los jóvenes. Pero en realidad ni siquiera los jóvenes hablan así: simplemente son víctimas de titulares como este, y acaban repitiéndolos como loros con gorra. Lo más patético del asunto no es el anglicismo per se, sino la triste voluntad de parecer cosmopolita usando los mismos cinco anglicismos de siempre —sold out, hype, crossover, spoiler, fanservice— como quien repite un conjuro sin saber latín.
El síndrome del colonizado guay
Lo que tenemos aquí es una forma de colonialismo lingüístico disfrazado de modernidad. Una generación de redactores que no escribe desde el amor al idioma, ni desde la responsabilidad del oficio, sino desde la ansiedad de gustar. Y en su afán de “estar al día”, entregan sus plumas a un simulacro de cultura global que solo entiende lo anglo como válido.
Nos quieren vender la idea de que “sold out” suena más potente, más profesional. Pero lo que en verdad suena es el eco de su vacuidad. Porque cuando usas palabras de otro idioma sin ninguna necesidad, no estás siendo moderno: estás exhibiendo tu pobreza de espíritu como quien saca a pasear un perro flaco con gafas de sol.
Conclusión: el verdadero ‘sold out’ es el de las ideas
Mientras estos periodistas juveniles juegan a ser cronistas del hype con titulares prestados y calzadores de palabras importadas, el lenguaje —el nuestro, el rico, el castellano— se les escurre entre los dedos como arena dorada despreciada por quien prefiere purpurina barata. No es sólo una cuestión lingüística, sino cultural: se han vendido al estilo de fuera, creyendo que eso los hace más visibles. Pero lo único que están vendiendo es su dignidad idiomática.
Y lo peor es que todavía quedan entradas a la venta… para su redención.