Júlia Muniz desnuda como la sirenita que incendia el mar y la pantalla
Hay bellezas que pasan desapercibidas, y luego está Júlia Muniz: una fuerza de la naturaleza que redefine lo que significa ser una sirena moderna. Esta modelo y surfista brasileña no solo desafía las olas con una gracia salvaje, sino que también ha conquistado las redes sociales y el mundo del modelaje con una combinación explosiva de sensualidad innata, un físico escultural y una mirada que promete incendios.

Júlia no es solo una cara bonita; es la encarnación de la libertad, el deseo y el espíritu indomable del océano. Cada foto, cada video, cada paso que da, irradia una confianza magnética que es imposible ignorar. Su figura atlética, cincelada por incontables horas domando las olas bajo el sol tropical, es un monumento a la fuerza femenina y a la pura seducción. No hablamos solo de curvas, sino de músculos tensos, piel dorada y la promesa de una energía que pocos pueden igualar.
Donde el Glamour se Encuentra con la Ola Salvaje
Ver a Júlia sobre una tabla es presenciar una danza hipnótica. No solo surfea, sino que coquetea con el mar, se fusiona con la cresta de la ola, haciendo que cada movimiento parezca una extensión natural de su propia sensualidad. Es la antítesis de la sofisticación artificial; su atractivo radica en su autenticidad, en esa mirada penetrante y un tanto pícara que parece decir: «Sé exactamente lo que quieres, y quizás te lo dé».









Pero el encanto de Júlia Muniz no se limita al azul profundo. Fuera del agua, frente a las cámaras, su versatilidad es asombrosa. Puede transformarse de una diosa de las olas con sal en el cabello a una femme fatale de lencería, o una musa de alta costura, siempre manteniendo esa chispa indomable que la hace única. Cada pose es un juego, cada mirada una invitación, y cada curva un poema que te atrapa sin remedio.
El Poder de una Mujer Que Sabe lo Que Quiere
Lo que realmente hace a Júlia Muniz tan irresistible es la energía que proyecta: la de una mujer que se conoce, que disfruta de su cuerpo y que no tiene miedo de mostrarlo. No hay timidez, solo una celebración audaz de su propia belleza y poder. Es la mujer que te hace soñar con noches bajo la luna llena en alguna playa remota, y días interminables de pasión desenfrenada.





Ella no solo posa; ella vive el momento, invitándote a ser parte de su universo. Y es precisamente esa entrega total, esa vitalidad cruda, lo que la convierte en mucho más que una modelo: es una fantasía hecha realidad, un recordatorio de la belleza sin filtros, y una inspiración para todos aquellos que buscan la pasión en cada ola, en cada mirada y en cada suspiro.
Prepárate para ser arrastrado por la marea de Júlia Muniz, porque una vez que entras en su órbita, no hay vuelta atrás. Ella es la explosión de deseo, la promesa de aventura y la encarnación de todo lo que es deliciosamente prohibido.







Las surfistas Júlia Muniz y Mahina Florence crean una nueva marca de bañadores sostenibles
Forbes entrevista a la pareja de modelos, influencers y surfistas sobre Maoi Swim, su nuevo proyecto en común de bañadores «sostenibles, sexys y cómodos».
Júlia Muniz Robinson y Mahina Florence llevan toda la vida en el agua y dedicadas al surf. Pero también en la playa y en shootings y trabajando de modelos. Ahora, también, en redes sociales ejerciendo de influencers. Pero no es lo único que comparten: ambas se acaban de casar con un surfista profesional (Jack Robinson y Nathan Florence) y ahora acaban de lanzar un negocio en común para fabricar y vender los bañadores que han deseado toda la vida.

Bajo el nombre de Maoi Swim, culminan un proyecto que nació en Indonesia en 2018, en un surf trip por las Mentawai. Según cuentan en una entrevista que les ha hecho Forbes, como «resultado de muchas conversaciones sobre cómo seria nuestra marca perfecta». Una marca perfecta que se basaría en tres pilares: «cómoda, sostenible y sexy».
Así, en plena pandemia, Júlia y Mahina han estado trabajando durante meses a distancia -debido a las restricciones- en la creación de la marca. En noviembre se pudieron juntar finalmente en Hawái y encarar la pista de despegue para lanzar lo que consideran que es una enseña «100% inclusiva y sostenible», en la que la mujer se pudiera sentir «tan cómoda como sexy». Nacía Maoi Swim.

Además de ser inclusiva en las tallas, de mezclar toques hawaianos (en los colores) con brasileños (en los nombres) y de intentar que sean prendas que no se rijan por la ‘temporadas’, sino que duren, las dos surfistas y modelos remarcan especialmente en la entrevista el carácter sostenible de la marca, hablando de los materiales que han usado, principalmente el Econyl. Se trata de un nylon regenerado a través de desechos que es «infinitamente reciclable» y que «a cada uso gana en suavidad». Otros aspectos sostenibles de los que hablan son la producción en Bali, la bolsa biodegradable en el que van, que todas las impresiones son en materiales reciclados, que no llevan etiqueta explicativa colgante, que se ha trabajado siempre con talento local, etc.
Como conclusión, Júlia Muniz Robinson y Mahina Florence de su marca como «los bañadores que siempre hemos deseado», tanto para la playa como para el surf; y ya sueñan con poder usarlos en viajes -cuando se permitan- a paraísos del surf como Costa Rica, Nueva Zelanda, Australia o Nias.