[Pixel arte]: TRON. Steven Lisberger

“Pixel: menor unidad homogénea de color que forma parte de una imagen”. Hoy, TRON.

Conseguir crear un estilo artístico es muy complicado, conseguir crear una tendencia también, conseguir atraer la mirada del público lo es aún más. La mayoría de expresiones y estilos artísticos, como es normal, datan siempre del pasado sea este más o menos reciente, desde los antiguos jónico, dórico o corintio, pasando por nuestro románico o el impresionante gótico, hasta llegar a estilos más recientes como el expresionismo, el impresionismo, el modernismo o el cubismo. De nuestra etapa más reciente poco podemos destacar, quizás lo más cercano sean personalidades celebres más que estilos en si, Andy Warhol, Saul Bass, H.R. Giger, Moebius, son personajes que  han dejado una marca personal importante en muchos de sus discípulos y sucesores, una marca que podemos distinguir de una sola mirada. Además, los dos primeros, sobre todo Warhol, son el último vestigio de una corriente artística  importante, el denominado Pop art, una tendencia nacida entre finales de los 60 y principios de los 70 que podemos considerar el último gran bastión de la creatividad. Pero para una generación nacida entre principios de los 70 y mediados de los 80, este estilo nos queda muy lejos, con lo que siempre hemos querido vincular una corriente creativa a nuestra tiempo, y no nos valen los graffitis. Hay algo que nos define y nos cautiva, hay un sello que marcó una etapa y que por fortuna aún no solo no ha pasado, sino que estamos en medio de esta vorágine creativa, y ésta nace de un pequeño y simple punto digital, nace del pixel, fuente de lo que denominamos Pixel arte.

El arte videográfico es claramente el fuerte impulsor de esta tendencia, pero no se queda solo en él, el cine nos ha dejado obras como Tron que podría entrar dentro de este estilo, la factoría Pixar es también heredera de esta vertiente y un ejemplo más reciente como la saga Matrix bebe de estas fuentes. La pintura nos está dejando grandes creadores que basan su estilo pictórico en el uso del pixel y el ratón, y hasta la música deja retazos de pixel arte, y no solo nos referimos a las famosas creaciones MIDI, nos referimos a piezas y artistas más completos como pueden ser, por ejemplo, Daft Punk.

Pues bien todo esto es simplemente para anunciar el comienzo de una nueva sección, a la que hemos llamado Pixel arte y en la que pensamos recopilar cualquier información, opinión, análisis o artículo relacionado con nuestro querido pequeño pixel. Cualquier trabajo que consideremos que lleva el pixel como elemento clave de la obra y que puede ser tenido en cuenta como Pixel art o Arte del Pixel, será catalogado en esta sección. Y para inaugurarla hemos tenido un duro debate en nuestra redacción acerca de cual debía ser el título y el género que tuviese el honor de servir como muro de impacto de la habitual botella de champán, y aunque por un momento el videojuego llevaba la voz cantante, al final ha sido el cine quien se ha impuesto con uno de sus clásicos universales, nos referimos a Tron.

Corría el año 1982 cuando Disney presentaba al mundo el film Tron, con la dirección de Steven Lisberger, producción de Donald Kushner, guión del propio director en colaboración con Bonnie MacBird, música de Wendy Carlos, fotografía de Bruce Logan y montaje de Jeff Gourson. La empresa del tío Walt, sin darse cuenta, estaba creando uno de los mitos del nuevo cine y uno de los referentes claves del nuevo diseño infográfico. Tron no pasaría a la historia por la calidad de su film, pero sí por la impronta de sus imágenes, el ordenador se unía por primera vez al celuloide y sin darse cuenta se convertía en el escaparate perfecto para dar a conocer un nuevo arte que nacía en los garajes de barrio y en las aulas de las universidades, nos referimos por supuesto al arte videográfico, al ocio electrónico o simple y llanamente al videojuego.

Dentro del pixel arte, Tron no destaca en la vertiente del propio pixel, pero si es referente claro en el de la luz, colores y líneas. Las luces de neón, los blancos azulados con negros de fondo son un standart no sólo del film sino del videojuego y del pixel arte en general, las líneas rectas y los vectores son otro de recursos que el trabajo de Lisberger estandarizó, y por supuesto su sonido y música ambiental también marcan el punto de partida de este estilo artístico en cuestión.

Por supuesto, la película fue el abanderado de un cine que no prolifera en títulos, pero que aún así tiene ejemplos de gran importancia como por ejemplo la saga Matrix, pero esto es otra historia…

Ahora os dejamos con una galería de Pixel arte de Tron…