Olya Abramovich es rusa, tiene 24 años y es modelo. Saltó a la «fama» porque sus fotos se hicieron cada vez más virales en la red. Su apellido tiene la particularidad de ser igual al del magnate ruso dueño de Chelsea, hablamos de Roman Abramovich. Esa es la única conexión que encontramos entre Olya y el deporte que justifique la impactante galería de esta diosa.
No hay famoso que se precie que no esté presente en las redes sociales. De hecho, muchos son especialmente activos en Internet, y comparten distintos momentos de su vida diaria. Y la que se ha coronado recientemente, por méritos propios, como reina de las redes sociales es la modelo rusa Olya Abramovich .
Esta maniquí es una gran desconocida para una gran mayoría y, aunque no es muy dada a conceder entrevistas, en cambio sí es habitual que muestre su cuerpo de forma casi diaria. Algunos la califican como la competidora de Irina Shayk , la bella modelo del futbolista Cristiano Ronaldo , y hasta ahora lo que se sabe de ella es que tiene 24 años (nació en 1989) y al parecer ha trabajado con varias publicaciones rusas, dentro de una agencia llamada Faces and Face International. Estas agencias se caracterizan por ofrecer perfiles de todo tipo, incluyendo niños y adultos.
Lo que está claro es que las fotos que comparte en Instagram (@oabramovich) causan furor entre sus seguidores. Así, entre Twitter , Facebook e Instagram , ella y su cuerpo han conseguido 700.000 seguidores. Cada una de sus fotos consigue entre 500 y 1.000 ‘me gusta’ en las redes sociales.
Irina Shayk le ha salido una dura competencia en la espectacular figura de Olya Abramovich, al menos en cuanto a repercusión en Internet se refiere. De hecho, algunas fotos recuerdan a la novia de Cristiano Ronaldo. Junto con Dasha Kapustina, la novia del piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso, es la última sensación rusa en las redes sociales.
Nacida el 6 noviembre de 1989, a sus 25 años, sus sugerentes fotos no pasan desapercibidas para nadie. Aviso: no tiene relación alguna con Roman Abramovich, el presidente millonario del Chelsea. Solamente en Instagram ha conseguido 700.000 seguidores. Cada una de sus fotos consigue entre 500 y 1.000 me gusta. Se sabe de ella que es modelo y ha trabajado con la agencia Faces and Faces International y los fotógrafos Evgenyi Demenev y Dmitry Plyusni. Pero no sólo han incendiado la red sus fotos sino también sus comentarios.
«Si realmente tenéis que denunciar mis fotos como ‘desnudez y pornografía’, por favor borradme de vuestra lista de amigos y dejad de seguirme. Todos tenemos nuestros cuerpos y tenemos que estar orgullosos de ellos sin importar lo que pase. No es algo de lo que avergonzarse y tampoco enseño nada que no hayáis visto antes. ¡Es la libertad del arte y esa pieza del arte que es mi cuerpo! Si tenéis un problema con eso, sentíos libres de abandonar este perfil y olvidaos de mí. ¡No juzguéis a las personas por lo que son!» era uno de los mensajes que no dudaba en poner. Frases como «Sé quiénes me sobran y a quiénes necesito», «No hay que disfrazar ni ocultar lo que sentimos, hay que decirlo tal como lo pensamos» o «Nací para cometer errores, no para fingir ser una persona perfecta. Naciste para ser real, No perfecta», invaden sus tuits y perfiles.