Un funcionario de Bush afirma que EE.UU. construyó una «ciudad» subterránea secreta de 21 billones de dólares para que vivan ricos y poderosos si ocurre un «evento cercano a la extinción»
El gobierno federal ha gastado secretamente billones de dólares en la construcción de una elaborada red de «ciudades» subterráneas donde los ricos y poderosos pueden refugiarse durante un «evento cercano a la extinción», afirmó sensacionalmente un ex funcionario de la Casa Blanca de Bush.
Desde 1998 se han construido unos 170 búnkeres de este tipo en todo el país, incluidos algunos que descansan bajo los océanos frente a la costa de Estados Unidos, dijo Catherine Austin Fitts, de 74 años, a Tucker Carlson durante una reciente aparición en su podcast.
«Es una preparación para la catástrofe», dijo Fitts, según Realtor.com.
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Un ex funcionario de vivienda hizo una afirmación asombrosa de que el gobierno de EE.UU. pasó años canalizando dinero para la creación de una «ciudad» subterránea secreta donde los ricos y poderosos pueden refugiarse en caso de un «evento cercano a la extinción».
Fitts, quien se desempeñó como subsecretario de Vivienda y Desarrollo Urbano bajo el presidente George H. W. Bush de 1989 a 1990, afirmó que se canalizaron 21 billones de dólares de los contribuyentes al proyecto entre 1998 y 2015.
No proporcionó evidencia para sus afirmaciones, pero dijo que un informe de 2017 del economista de la Universidad Estatal de Michigan, Mark Skidmore, indicó que se habían descubierto muchos «gastos no autorizados» en los Departamentos de Defensa y Vivienda y Desarrollo Urbano durante ese tiempo.
Después de dos años de revisar los registros relacionados con las bases militares subterráneas ya documentadas, Fitts dice que también investigó las «acusaciones» de una red de búnkeres más amplia.
Al comparar su investigación con el dinero faltante, Fitts dijo que pudo hacer una «suposición» sobre cuántas instalaciones hay realmente.
Y las bases están conectadas por un elaborado sistema de transporte, agregó, al tiempo que afirmó que son alimentadas por un sistema de energía secreto conocido solo por los militares.
«Estoy convencido de que esta energía existe. Si nos fijamos en muchas de las naves realmente rápidas, que vuelan alrededor del planeta, no están usando electricidad clásica», dijo, en una aparente referencia a una serie de extraños fenómenos aéreos no identificados que supuestamente volaron por los cielos en los últimos años.
Esas supuestas bases se utilizan no solo como búnkeres apocalípticos para las élites, afirmó Fitts, sino también como lugares para que el gobierno opere operaciones «secretas» como un «programa espacial secreto».
La existencia de elaboradas bases gubernamentales subterráneas y búnkeres no es ningún secreto.
Durante la Guerra Fría, el Complejo de la Montaña Cheyenne fue construido dentro de una montaña de Colorado para servir como base de operaciones reforzada para varias operaciones militares. Actualmente es utilizado por la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.
